El capitalismo ha llevado a la humanidad al borde de un precipicio. Los daños causados a la naturaleza son de tal magnitud que es casi unánime la opinión de que vamos camino a la extinción de la vida del planeta, es cuestión de años y será inevitable.
Ya el grupo de los ocho, que reúne a los países con más desarrollo capitalista reconoce el desastre ecológico, el recalentamiento global, la contaminación de los mares, aceptan el desastre, aunque no buscan soluciones verdaderas.
El peligro está allí. Lo inverosímil es la actitud que tomamos frente a él. Veamos.
Los países capitalistas están atrapados en la lógica capitalista, ellos no buscan soluciones al problema de la sobrevivencia de la especie, al contrario, procuran la permanencia del capitalismo. Están alienados, les interesa salvar al capitalismo no a la humanidad, esta locura hace que cada día nos acerquemos más al borde del precipicio.
La esquizofrenia se manifiesta de mil maneras: los capitalistas llevados por su afán de lucro perciben las señales de peligro como oportunidades de negocios. Así, ante el derretir de los polos, ellos ven oportunidades de abrir nuevas rutas turísticas, ante el recalentamiento ven oportunidades de vender más aires acondicionados.
De ellos no podemos esperar otra cosa que insanía mental.
Lo dramático es que nosotros, en la Revolución Bolivariana , que tenemos el reto de construir una alternativa de salvación a la humanidad, de construir el Socialismo, que es la única vía de salvación, nos mantengamos en la lógica capitalista.
Entre nosotros ha corrido la especie, de que el capitalismo es productivo. Y basado en ese absurdo regresan con insistencia los planes de aumentar la producción estimulando a los sectores capitalistas.
Peligroso camino, ya lo sentenciaba el Che, el de usar las armas melladas del capitalismo para construir el Socialismo.
No se percibía hace cincuenta años la urgencia de construir el Socialismo. Hoy podemos parafrasear al Che y decir que usar las armas melladas del capitalismo es suicida para la humanidad, porque evita la construcción del Socialismo y sin Socialismo la humanidad perece.
Entonces, las inconsecuencias pequeños burguesas, los coqueteos con las formas capitalistas son conductas de lesa humanidad. Atentan contra la construcción de la vía de salvación. Debemos combatirlas con la decisión del que en eso le va la vida.
Puede ser verdad que el capitalismo produce, pero ¿Qué produce el capitalismo?
Produce mercancías de acuerdo, no a las necesidades sociales, sino a la voracidad de lucro del capitalismo, su producción no resuelve los problemas sociales, que cada día aumentan en el planeta.
Produce mucho, pero a costa de la seguridad ecológica del planeta. Su producción es elevada, pero también es elevado el número de excluidos, de hambre, de inseguridad, de contaminación, de miseria material y espiritual que genera.
Hoy, más que nunca, es un deber de los revolucionarios construir el Socialismo, de la única manera que es posible, superando al capitalismo.
¡Chávez es Esperanza Socialista!
¡Lo que atente contra el Socialismo es ilegal!
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