Con qué cara los partidos de la Revolución le dirán al pueblo que no se unieron para las elecciones regionales, cuáles serán los argumentos que darán para justificar que pusieron en riesgo la marcha de la Revolución. Cómo convencerán que algo pudo estar por sobre la defensa de la Revolución y del Comandante Chávez. Pensemos.
El imperio exige elecciones oligarcas para certificar que un país es democrático. ¿Por qué lo hace? Es que las elecciones oligarcas son talladas para disociar al pueblo y tentar a sus dirigentes, para fragmentar a la sociedad, son territorio para que afloren y se afirmen los valores del capitalismo, lo peor del humano, la mezquindad, el egoísmo, la traición, la deslealtad.
Entonces, la lucha de los revolucionarios en elecciones oligarcas, tiene dos vertientes:
Una, combate contra las tentaciones propias del teatro de operaciones donde se realiza la batalla, es decir, contra los valores oligarcas.
La otra, la batalla por convencer a la sociedad de que somos diferentes, de que están frente a una nueva conducta, que somos prefiguración del futuro fraterno que ofrecemos.
Siendo así, debemos diferenciarnos de lo viejo, de su propaganda, de sus planteamientos, pero sobre todo de su ética.
Una buena ocasión para que los partidos bolivarianos, revolucionarios, socialistas, Chavistas, den muestra de grandeza, es la hora de construir las alianzas electorales.
Hemos visto declaraciones mezquinas, hemos oído de zancadillas y torceduras, las quejas están en el aire. Los partidos se sientan y no terminan de concretar, el terreno de la disputa parece ser los medios de difusión. La imagen es cuartarepublicana.
Es necesario que los partidos de la Revolución recapaciten, se zafen del tremedal electoral, que comprendan que las elecciones oligarcas, para los revolucionarios deben ser sólo una batalla en la gran marcha hacia el Socialismo, nunca una meta ni una justificación de la existencia de los partidos. Las organizaciones de revolucionarios deben ir más allá, conducir a la masa hacia el Socialismo.
Hoy, en Venezuela, no es necesario explicarlo, sufrimos una agresión de grandes proporciones, que si no la enfrentamos con inteligencia y grandeza puede llevarnos al fracaso del intento revolucionario.
Esta situación debe hacer reflexionar a los revolucionarios, es urgente dar muestras de madurez política, llegar a un acuerdo de candidatos unitarios que emocione al pueblo, y comenzar a hacer política, tenemos ya mucho tiempo viéndonos el ombligo, recordemos que los partidos no son el país.
Las soberbias no tienen cabida en esta hora, ni las mezquindades, mucho menos las apetencias personales.
Aparecen síntomas que minan la construcción de una unión que refuerce el liderazgo del Comandante Chávez, deben ser combatidos con urgencia y grandeza.
Dentro de la Revolución , la política pequeña, calculista, debe ser derrotada. Sería un crimen de lesa Revolución, que por estupidez política, no se construyan las alianzas que la Revolución y la hora difícil exigen.
Ni el pueblo ni la historia absolverán al cretinismo electoral.
¡Chávez es Esperanza Socialista!
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