Ya es hora, es urgente dejar de lado los desvaríos teóricos pequeño burgueses, ya no hay tiempo para hacer concesiones a los socialismos y socialistas edulcorados, no hay tiempo para inventos raros, que han demostrado, aquí y ahora, su fracaso.
Es necesario profundizar el Socialismo. Solo así saldremos triunfantes en las batallas que se asoman en el horizonte.
Sólo un Pueblo entusiasmado con el Socialismo, conciente de que este es el camino, con sus errores, con sus dificultades, pero que es el camino, podrá saltar por sobre las pequeñeces, lo mezquino, y remontarse a las alturas necesarias para afrontar las tareas que la historia reclama.
Es necesario sacar al Pueblo de las causas pequeñas, de ahogarse en su entorno, de tratar de resolver los problemas sólo en la inmediatez.
Debemos darle dimensión universal a su vida, a su accionar, que es lo mismo que darle razones sagradas, altruistas, amorosas por las cuales luchar.
Un Pueblo con estas motivaciones, será un Pueblo que ha recuperado su dignidad, luchará por su puesto en la marcha de la humanidad, tendrá papel estelar en las grandes y vitales luchas que esperan a la especie… y además resolverá sus problemas cotidianos.
Empecemos ya a elevarnos como Pueblo, a demostrar que tenemos algo grande que escribir en la historia, algo que decir al mundo, algo que ofrecer en esta lucha por salvar a la humanidad, a la vida sobre el planeta.
Retomemos el camino del Socialismo profundo.
Para eso debemos empezar por movilizarnos todos: partidos, organizaciones sociales, todos convocados a la calle, los viejos, los muchachos, mujeres, niños, hasta el gato, todo el que sea Socialista, todo el que ame a la humanidad, todos los hombres de buena voluntad, todos a la calle a movilizarnos.
Es necesario decir al mundo que el Pueblo Socialista está aquí, respaldando al Comandante y al Socialismo.
Una buena ocasión para este reencuentro, para el relanzamiento del entusiasmo Socialista, es el próximo 13 de abril, fecha vital para el proceso revolucionario.
El 13 de abril afloró en el Pueblo, de nuevo y con igual fuerza, el espíritu altruista, solidario, amoroso del Paso de los Andes. Ese día el Pueblo se levantó en toda su hermosura humana, fue a la calle tras un objetivo político: a salvar la esperanza, intuyendo que en el Comandante estaba la única posibilidad de caminar hacia su redención.
Ese día nadie pidió ni dio cuartel, ese día nadie pidió nada, los humildes salieron a la calle a dar lo único que tenían ¡la vida! Salieron a poner el pecho a las balas de los fascistas.
Ese día se consolidó una vez más la alianza sagrada de las Fuerzas Armadas con su Pueblo, renació el espíritu que construyó el ejército de Bolívar, el Ejército Libertador.
Ese día el Pueblo demostró, le dijo a sus dirigentes, que había pasta para avanzar hacia el Socialismo.
Ese día debe ser el día del relanzamiento Socialista.
¡Socialismo es movilización!
¡Chávez es Socialismo!
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