13.3.08

LOS CAMINOS

Después de la derrota del 2 de diciembre el país entró en etapa de definición, varios caminos se abrieron en el campo revolucionario. Estudiemos la situación y deduzcamos acciones y posibilidades.

Con la derrota, que es la gran maestra de la Historia, emergieron realidades que se mantenían veladas y, ahora evidentes, reclaman su expresión política definitiva.
Las fuerzas que se venían formando en el campo económico ahora disputan la hegemonía, es decir, disputan la conducción política y económica del proceso. Veamos.
Una fuerza intenta consolidar al capitalismo, tiene necesidad de acumular más capital, no puede detener su crecimiento, y sabe que el Socialismo es su enemigo.
Procede como una fuerza invasora. En su marcha hacia la hegemonía, ocupa colinas, liquida obstáculos, atropella, ningún escrúpulo la detiene, sus nuevos intereses le exigen crueldad. En su
escalada usa las mismas triquiñuelas y mañas de la cuarta.
La otra fuerza intenta consolidar, avanzar hacia el Socialismo, está en franca desventaja económica y política, pero sobre todo tiene desventaja espiritual. Permanece a la defensiva, desgastada por la pelea con la pequeña burguesía, que propuso vías económicas, políticas y sociales que al impulsar los valores del egoísmo debilitaron la posibilidad Socialista, cumplieron su papel de lubricar el camino al capitalismo.
Tiene en su contra la costumbre de siglos de sumisión, de valorización de los signos y conductas de las clases dominantes, de supremacía de los capitalistas en los medios formadores de valores: los periódicos, las artes, las televisoras, la educación, las dudas y ambigüedades de los revolucionarios, el dogmatismo, la conducta anarcoide.
Pero sobre todo tiene en su contra los miedos instalados en el inconciente de los propios revolucionarios, de los socialistas, que los hace actuar, aunque parezca paradójico, como la última barrera de defensa del capitalismo.
La última barrera de defensa del capitalismo, son las ideas capitalistas sembradas en la psiquis de los revolucionarios.
¿Qué pasará si triunfa definitivamente la corriente capitalista?
El avance del capitalismo significa debilidad del Socialismo.
Y la debilidad del Socialismo significa que las masas, desilusionadas de la posibilidad de cambio, le den la espalda a la Revolución. Eso ya ocurrió el dos de diciembre, en eso no hay dudas, esos votos los perdimos por falta de claridad socialista, por no avanzar decidida y claramente hacia el Socialismo, por debilidad Socialista.
Y en las circunstancias de la Revolución Bolivariana , cuando el imperio nos ataca, más por el ejemplo que significa la revolución para los pueblos de la América que por la inmensa riqueza petrolera que codicia, el debilitamiento significa el envalentonamiento del capitalismo, el de afuera y el de adentro, que construirá pactos para yugular definitivamente al Socialismo y al Comandante Chávez.
Está claro: los socialistas no tienen más alternativa que fortalecer al Socialismo.
Hoy los caminos están definidos: Avanzar hacia el Socialismo o regresar a la consolidación del capitalismo, o vive la esperanza o posponemos de nuevo el sueño, o con Chávez o sin Chávez.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

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