De verdad que no es agradable escribir esta columna, hubiésemos preferido algo que nos trajera más alegría y menos enfrentamiento con las entrañas del monstruo, pero es insoslayable, es un deber ineludible hablar del Ministro de Planificación. Veamos.
En El Universal del sábado ocho de marzo reseñan una declaración de este ministro, encargado nada menos que de la planificación del Socialismo:
“Acusó a los banqueros de haberse embolsillado buena parte del crecimiento que se ha registrado en los últimos cuatro años en el país".
“Señaló que cerca de 40% del Producto Interno Bruto (PIB) del último cuatrienio, que se traduce en alrededor de 200 millardos de bolívares fuertes (200 billones de bolívares antiguos), quedó retenido en las arcas del sistema financiero.”
Confesión gravísima por su contenido y por quién la hace. Este ministro es uno de los teóricos del proyecto pequeño burgués que impulsa el “Socialcapitalismo”, una alianza estratégica de capitalismo y Socialismo, que ahora reconoce como favorecedora del capital.
Política fracasada que debería ser revisada de inmediato, eso sería lo sensato.
Pero no sucede así, este ministro que más aliado al capital no podía ser, continúa sorprendiéndonos con su declaración:
“El Troudi destacó que el Ejecutivo le reconoce a la banca sus utilidades, pero que llegó la hora de decirles que ahora van a ganar menos, para ser redistribuido entre las mayorías nacionales (…) El llamado a la banca es a unir voluntades y que piensen en las mayorías nacionales"
El gobierno revolucionario, en boca de este ministro, en lugar de sorprenderse con el hecho de que la banca privada esté chupando sumas inmensas de la renta petrolera, de que la riqueza social alimente a los enemigos nacionales y trasnacionales del Socialismo, en lugar de sorprenderse y tomar medidas revolucionarias, lo que se le ocurre es un bobo llamado a la banca a “unir voluntades, a que piensen en las mayorías nacionales”.
Esta es la ridícula fórmula que ofrecen estos pequeños burgueses para avanzar hacia el Socialismo: la ingenuidad de pedir a la banca capitalista que deje de ser banca capitalista, que se conviertan en un falansterio de hermanitas de la caridad.
Es necesario que la Revolución tome medidas urgentes, redefinir el rumbo. Está mil veces comprobado, que la vía señalada por estos teóricos de la restauración no es el camino hacia el Socialismo.
Debemos rectificar, y rectificar ya: la bobería económica trae bobería en lo social y en lo político. Las fórmulas capitalistas reflejan formas capitalistas en lo político, en la formación del partido, en la forma fragmentadora de organizar a la sociedad, etc.
Esta bobería ambigua, que se presenta también en otras áreas de la economía, es la causa fundamental del fracaso del 2 de diciembre. La sociedad percibe por mil vías la incoherencia.
Es urgente, desechar las teorías distraccionistas, no hay atajos, el Socialismo solo se puede hacer con medidas socialistas: Conciencia del Deber Social, afincada en la Propiedad Social de los medios de producción y del sistema financiero.
¡El Socialismo es la vía, Chávez es Socialismo!
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