En este inicio de año se ha hablado en la Revolución Bolivariana , con desprecio y desden, de los que propiciamos la Propiedad Social de los medios de producción como indispensables para la construcción del Socialismo.
Autorizadas y prestigiosas voces se han sumado al coro de los que nos adversan: se nos llama extremistas, papistas y se nos señala de anticuados y faltos de realismo. Sin embargo, a pesar de la cantidad de ataques, aún tenemos algo que decir. Veamos.
La esencia del daño que el capitalismo hace a la humanidad y a la vida en el planeta, es la desintegración de la sociedad en millones de egoísmos que protagonizan una feroz guerra de todos contra todos y que nos llevará a la extinción de la humanidad. Esta es la base, el origen de los males que hoy padecemos.
O la humanidad se integra y empieza a funcionar como un solo cuerpo, o la humanidad perece, no hay alternativa.
De la afirmación anterior se desprende que es vital integrar, recomponer a la sociedad. Nosotros afirmamos que únicamente el Socialismo puede hacer esta recomposición social. Expliquemos.
La conciencia está entrelazada con la existencia, y ésta con la manera como se gana la vida una sociedad, cómo trabaja y, en última instancia, para quién trabaja.
Si los individuos trabajan para la sociedad, tal es el caso del Socialismo, existirá la base material que sustente la conciencia de sociedad, la Conciencia del Deber Social. La sociedad así integrada actúa como un todo, así resuelve los asuntos de su vida. Los problemas de uno son los problemas de todos, el todo y el uno se fusionan en una comunión de intereses. Sólo el Trabajo Social podrá construir la Conciencia Social en la sociedad.
Vemos además, que dependiendo del tipo de propiedad sobre los medios de producción, se generará conciencia egoísta o conciencia Socialista. Sólo la Propiedad Social de los medios de producción es generadora de Conciencia del Deber Social, no se trata de un capricho de “extremistas”, de “papistas”, o de viejas teorías que algunos se empecinen en no dejar morir.
Reafirmamos que no es posible el Socialismo verdadero, el que integra a la sociedad, el que salva a la humanidad, sin la HEGEMONÍA de la Propiedad Social de los medios de producción, siendo esta HEGEMONÍA indispensable para construir la HEGEMONÍA de la Conciencia del Deber Social, esencia del Socialismo.
Es necesario tomar en cuenta que en Venezuela, país rentista, la generación de conciencia se entrelaza con la industria petrolera y las empresas básicas, pero también, y de forma determinante, con las propiedades desarrolladas con la renta petrolera.
En conclusión, pretender construir Socialismo sin HEGEMONÍA de la Propiedad Social de los medios de producción es una ficción peligrosa.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
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