Ya lo clásicos predijeron que el capitalismo, como sistema, es uno solo. Puede haber peleas internas entre fracciones capitalistas, pero cuando se trata de defender sus intereses frente a revoluciones verdaderas, el capitalismo practica una solidaridad automática, se conjuran los capitalistas para debelar el ejemplo.
Esta verdad la sentimos en la América desde la época de la Independencia, el Congreso de Panamá fue escenario de las confabulaciones de los unidos por similares y mezquinos intereses económicos. La Revolución Soviética conoció la Entente, todos unidos contra el ejemplo. Cuba padeció y padece esta unión de los metálicos, su único “crimen”: ser libre y buscar para su Pueblo la mayor suma de felicidad.
Es verdad también que el imperio capitalista mundial no es homogéneo, tiene intereses encontrados, fisuras que surgen de su misma naturaleza competitiva. En esas fisuras los revolucionarios pueden conseguir alivios, pero siempre serán tácticos. Perder de vista el carácter transitorio y superficial de estas tensiones intracapitalistas, nos impide utilizarlas para la causa revolucionaria.
La correcta apreciación de las alianzas internacionales y de las alianzas nacionales, es vital para una Revolución. Las guía la misma ideología. El comportamiento de las alianzas a nivel internacional, será, guardando las proporciones, el mismo comportamiento en lo nacional: lo que falle o funcione allá, a la larga fallará o funcionará aquí dentro.
La Revolución Bolivariana, que con su ejemplo y su grito ha conmovido al continente, enfrenta al complot global del interés mezquino capitalista, la campaña contra nosotros es total, y merece estudio detallado. Veamos.
El incidente de Chile, cuando un zapatero hipócrita confesó que dentro de España pelean con el fascismo de aznar, pero, fuera de España todos defienden los mismos intereses capitalistas, dejó claro que, por sobre cualquier otra consideración, Chávez y la Revolución Bolivariana son enemigo común de los capitalistas mundiales.
Atrás de esta evidencia, se mostraron la inefable bachelet y demás gobiernos sumisos del continente y del mundo. El último fue uribe, cuya traición encierra enseñanzas y advertencias, y merece estudio aparte.
Queda para después la discusión de los errores de apreciación que cometimos con uribe, quien a la hora de las definiciones cogió para donde tenía que coger, para el lado de sus intereses. Y esto es una enseñanza: en la hora crucial, los capitalistas jalan para el capitalismo. Es una ley universal, ninguna clase social se suicida.
Aquí en Venezuela se repite la confabulación internacional, atrás del “no” se unen con exactitud matemática los representantes de las mismas fuerzas que nos adversan internacionalmente. Revisen a los del “no” y encontraran a un aznar chiquito, a un zapatero diminuto, a un bush liliputiense, a bachelet miniatura.
Pero no todos los capitalistas están del otro lado, aquí en el "SI" también se encuentran. Confiamos que son alianzas tácticas, y las comprendemos, entendemos que en esta hora nada es más importante que ganar el referéndum, esa es la condición para existir la esperanza, y la esperanza no puede morir.
¡Llegó la hora de la LEALTAD!
¡Con Chávez siempre resteados!
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