29.11.07

LA REVOLUCIÓN NECESARIA

Una Revolución, en esta época, o mejor, la Revolución que reclama la humanidad en esta época, es un cambio profundo en las relaciones humanas, ya no hay cabida para cambios superficiales. Es decir, la viabilidad de la humanidad exige la superación radical de toda su historia. Expliquemos.

La historia de la humanidad hasta nuestros días es la historia de la apropiación del trabajo social por una minoría que así se hizo privilegiada, condenando a la mayoría a una vida miserable. La culminación de esta carrera demencial, que viene desde los inicios de la historia humana, es el capitalismo, que nos ha colocado al borde de la extinción.
Ahora bien, esta condición patológica, antisocial, trajo consigo una fragmentación tal que desdibuja la condición social del humano, ya no somos sociedades sino suma de egoísmos. El humano ya no vive en sociedad, sino sobrevive en una guerra de todos contra todos.
Ese es el verdadero mal de estos milenios de explotación: nos han convertido en un conglomerado incapaz de resolver los problemas como sociedad, y cuando una sociedad se diluye, está enferma y camino hacia su destrucción, esa es la condición actual de la humanidad.
Entonces, repetimos, la verdadera función de una Revolución es rescatar la esencia social de la sociedad, reconstruir a la sociedad, hacer posible que la sociedad actúe como sociedad. Si ese objetivo se consigue tendremos una Revolución triunfante, si no, por más logros de otro tipo que se alcancen, será una Revolución frustrada.
De ese objetivo depende el futuro de la humanidad. El camino del egoísmo que hoy transitamos conduce a la liquidación de la especie humana y de la vida planetaria, ya son evidentes los daños ecológicos que en poco tiempo alcanzarán niveles irreversibles, y la inhabitabilidad del medio ambiente.
Ya sabemos que la única forma de corregir el rumbo es el Socialismo, el verdadero, el que apunta a este objetivo.
En Venezuela tenemos este empeño, transitamos este camino de sanación.
Aquí por nuestras características históricas, por venir de cincuenta años de elecciones oligarcas, por ser un país rentista con una relación especial con la producción, tenemos como única medida de nuestra calidad social, a las elecciones.
Ellas fueron signo durante mucho tiempo de que la sociedad estaba fragmentada, frivolizada, eran expresión de esa fragmentación, de esa trivialidad, se asumían como un simple ejercicio de marketing, una simple oferta comercial.
Hoy, con la Revolución las elecciones van tomando otra característica. Ahora la presión revolucionaria sobre ellas, el contenido de lo que se consulta, de la discusión, las convierten en una medida, imperfecta, es verdad, que debe ser superada, es cierto, pero medida al fin de la madurez social.
El 2 de diciembre vamos a una elección importantísima, decidiremos la suerte del Comandante, de la Revolución , y mediremos si hemos avanzado en la integración social, si resolvemos los problemas con visión social, y no con la inmediatez egoísta, si transitamos el camino de la construcción del Socialismo o patinamos en el pasado.
¡Llegó la hora de la lealtad!
¡Con Chávez siempre resteados!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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