4.2.07

¡QUE LA CONCIENCIA PONGA EL PRECIO!

La medida de una Revolución es la conciencia del deber social. Todo gira alrededor de esta cualidad. Si avanzamos en esta conciencia, la Revolución avanza y se prepara para nuevos saltos. Si retrocedemos, la Revolución no puede seguir su camino y corre peligro de restauración.

En resumen, la Revolución depende de la elevación de la conciencia del deber social, es decir, la certeza de que la suerte de los individuos y la suerte de la sociedad están entrelazadas.

El terreno de la conciencia es escenario de la batalla más importante que una Revolución pueda dar, de ella depende. Sin conciencia del deber social no hay Revolución posible.

La oligarquía de todos los pelajes sabe la importancia de la conciencia del deber social y, silenciosa, solapadamente, enfila sus baterías más arteras contra esta conciencia, de esta manera debilita a la Revolución y hace un daño que sólo se percibe cuando ya está avanzado.

Se advierte cuando es necesario tomar una medida revolucionaria, y nos damos cuenta con tristeza que los niveles de conciencia no están a la altura, que el Pueblo cayó víctima del trabajo de zapa de la oligarquía, que el egoísmo contaminó a las fuerzas revolucionarias, que hemos arado en el mar.

El desarrollo revolucionario trajo errores, eran inevitables, moverse ocasiona ese riesgo.

Se han prestigiado los valores del egoísmo propio del capitalismo, se han desarrollado expectativas de solución individual a problemas vitales, en resumen, se ha estimulado el individualismo. Recordemos que ayer no más presentábamos como un éxito la alta venta de carros.

Es comprensible, una Revolución nace atrapada en las mallas de lo viejo, y es en el luchar que supera la tentación de utilizar las armas melladas heredadas, es en la batalla que construye nuevos valores y derriba los viejos.

Ahora que entramos en una nueva etapa, es necesario profundizar el esfuerzo por elevar la conciencia del deber social, sólo así podemos afrontar los nuevos retos de la Revolución. Ahora más que nunca cada medida debe ir precedida de una campaña de concientización y de explicación, es necesario que la población comprenda que con ellas rompemos el marco capitalista, y en esa comprensión nos educamos, elevamos la conciencia y avanzamos.

El aumento de la gasolina, por ejemplo, es inmejorable ocasión para un debate sobre la inviabilidad del modelo capitalista, la imperiosa necesidad del Socialismo, el tratamiento que la nueva sociedad debe dar a los recursos no renovables, el cambio en la manera de consumir y de producir.

El aumento de la gasolina será una medida del grado de conciencia y de organización alcanzado por la Revolución, por los dirigentes y por el Pueblo. Es un reto para el Partido Único, las mesas técnicas, para el poder popular, las misiones, las cooperativas, los comités de salud.

El aumento de la gasolina es ocasión propicia para avanzar, ajustar el rumbo. Que la conciencia ponga el precio.

¡Conciencia del deber social, es Socialismo!

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo Auténtico!

No hay comentarios.: