2.10.06

MISCELANEAS 24

1. Fue necesario el relámpago del 4 de febrero para que el pueblo comenzara a reaccionar y despertara de la narcolepsia. Todavía, en nuestra corta vida revolucionaría, no nos hemos podido desembarazar del sistema electoral adormecedor que heredamos, y corremos el peligro de que los métodos oligarcas continúen su maléfica acción.

2. Para los bolivarianos no existe más opción que el Socialismo o, lo que es lo mismo, transformar radicalmente a la sociedad en sus fundamentos espirituales y económicos, hacer verdad la prédica Cristiana de amaos los unos a los otros, y darle su base material en la propiedad social de los medios de producción. Ese es el único camino para la redención del pueblo humilde.

3. Hoy el principal enemigo de la Revolución es el Reformismo que la debilita. En él confluyen capitalistas bolivarianos y capitalistas oligarcas, los dos tienen intereses comunes, los dos tienden puentes, a los dos les interesa truncar la Revolución que en su avance pone en peligro sus intereses, a los dos les conviene compartir un sistema político que yugule a la Revolución y les permita subsistir.

4. El Reformismo florece cuando la Revolución titubea, se infiltra en las debilidades, se aprovecha de los vacíos teóricos de los revolucionarios, engaña con retórica tremendista. Cuando fracasa, se repliega. Nunca es autocrítico, no le importa el daño, esa es su tarea. Más teme un éxito socialista, que un fracaso reformista. Si encuentra fortalezas, se repliega y espera mejores momentos, si encuentra debilidades, avanza e impone sus ideas.

5. La epopeya revolucionaria es más compleja, se podría decir que es un gran milagro, se trata de lo viejo vencerse a si mismo y hacerse nuevo. En lo viejo, violando las reglas de la naturaleza, resucita lo nuevo, todo por obra y gracia de la imaginación, de la mente, de las ideas del hombre. El hombre es la única especie que tiene el don de hacer Revolución, es la única especie que tiene la facultad de superarse a sí misma.

6. A la Revolución no se llega caminando por la tierra firme del pasado, la Revolución es caminar sobre las aguas. Significa una ruptura y sustitución de las bases de la vieja sociedad, la conciencia y las relaciones económicas.

7. La organización revolucionaria parte de un principio: La conciencia revolucionaria de la población es desigual, es decir, hay diferencias en los niveles, diferentes ritmos en el desarrollo de la conciencia del deber social. Vale la pena ahondar en este principio, que es básico para entender la necesidad, las características de la Revolución y de la organización revolucionaria.

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