LA REVOLUCIÓN se decide en dos frentes: uno, el de la confrontación con los viejos mantuanos oligarcas, y el otro, el de la confrontación con su ideología oligarca capitalista. Veamos.
Los viejos mantuanos oligarcas se identifican con facilidad, están amalgamados en la candidatura de rosales y tienen un proyecto económico concreto, el del Capitalismo globalizado. A estos, el pueblo los vencerá todas las veces que intenten asaltar a la Revolución. Hoy vienen con una variante ucraniana, que consiste en tumultuar alrededor del 3 de diciembre y tratar de dar un zarpazo. El plan desestabilizador está hecho con todo detalle, su desarrollo dependerá de la fuerza que consigan movilizar con la candidatura. Si es mucha, irán a una especie de insurrección, si es poca, buscarán otras variantes. Leopoldo dice con descaro que pelearán en los centros de votación, y para eso se preparan. Estos mantuanos van de salida, la historia les dio la espalda, y sólo les resta la peligrosa agonía. Sin embargo, su ideología queda en el aire como una ponzoña peligrosísima. No es lo mismo derrotar a los mantuanos oligarcas, que vencer su ideología propugnadora del Capitalismo egoísta, ideología que está instalada en todos los miembros de la sociedad.
Cuando un pueblo ha estado sometido durante siglos a la explotación, a la dominación, se construyen y se hacen hegemónicos en su interior la ideología, los valores, las costumbres que hacen posible, que justifican esa explotación. De allí que para hacer Revolución no basta salir de los oligarcas, a la par hay que vencer a la espiritualidad que los hizo posible.
Esta espiritualidad que todos llevamos por dentro en mayor o menor medida, cuando encuentra las condiciones de existencia apropiada, florece dando origen a una nueva oligarquía, esto es independiente de la voluntad, es una ley social: “si están las condiciones de existencia, entonces florecerán las conciencias que corresponden a esa existencia”. Es decir, si hubiese esclavos, habría conciencia esclavista, si hubiese feudalismo, habría conciencia feudal. De allí que, si las condiciones de existencia capitalistas que dieron origen, que sustentaron a la espiritualidad oligarca persisten, surgirá, necesariamente, una nueva oligarquía capitalista, enemiga de la Revolución y del Socialismo.
En Venezuela aparecen pasos trascendentales hacia la propiedad social de los medios de producción. El Comandante en el último Aló Presidente, nos habló de la importancia de la propiedad social de los medios de producción, ejercida a través del Estado. Ese es el camino correcto para crear las bases materiales, la existencia para la derrota de la ideología de la oligarquía, y la construcción de la espiritualidad, la ideología, la cultura, la ética socialista. Es de esa manera que construiremos el Socialismo y lo haremos invencible.
Debemos luchar en dos frentes, contra los mantuanos oligarcas y contra la ideología capitalista que les dio origen y los sustenta.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo¡
¡Son diez millones¡
¡Chávez, Fidel, el ALBA son Socialismo¡
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