5.9.06

MISCELANEAS 20

1. EL LIBERTADOR EN EL MANIFIESTO DE CARTAGENA, evidencia el ciclo fatal que llevó a la pérdida de La Primera República. Denunciaba Bolívar: “a cada conspiración sucedía un perdón, y a cada perdón sucedía otra conspiración que se volvía a perdonar.” Esa sucesión de perdones y conspiraciones, tenía sus raíces en la lucha interna que se desarrollaba en el campo criollo, entre los independentistas, y los vacilantes que temían al huracán de la Revolución y sólo querían cambiar una oligarquía por otra, mantener la misma sociedad, pero ahora con un nuevo grupo dominante. Los vacilantes llamaban a la calma, no impulsaban los cambios, las circunstancias los sobrepasaban, no tenían respuestas, se quedaron en el limbo, entre un pasado que nadie quería, y un futuro al que temían, lo presentían liquidador de sus privilegios. Así, en sus vacilaciones, sucumbió la Primera República.

2. En política, ganarán los que aprendan de las lecciones que les ofrece la historia. Hoy, Venezuela es una escuela inédita donde todos aprenden: los mantuanos oligarcas aprendieron en abril que a los bolivarianos no basta derrotarlos, hay que liquidarlos. Los revolucionarios aprendimos en diciembre que nuestra fortaleza es la unión civil-militar. Los mantuanos aprendieron que la impunidad los protege. Los bolivarianos aprendimos que detrás del perdón viene una nueva conspiración, más peligrosa porque el enemigo asimila las derrotas. Los mantuanos aprendieron en el revocatorio que deben salir resteados para poder cobrar, y que líderes timoratos no conducen batallas exitosas. Los bolivarianos aprendimos que después de una victoria debemos profundizar, o corremos el riesgo que el enemigo se recomponga.

3. Los mantuanos oligarcas tienen un plan bien definido y bien estudiado. Expliquemos: Primero, crear la imagen de fraude, por eso no reconocen al árbitro y hablan de fraude constantemente. Segundo, acumular fuerza capaz de movilizarse, y apoyar acciones violentas el día de las elecciones o antes, dependiendo de la fuerza que hayan atesorado. Tercero, justificados con un supuesto fraude desconocerán la legalidad e intentarán desestabilizar, todo esto sustentado en la ayuda gringa y la colaboración de militares antipatriotas y paramilitares.

4. La conciencia del deber social, es el conocimiento que un pueblo o un individuo tienen de su naturaleza social, es decir, el convencimiento de que su suerte y la suerte de la sociedad están entrelazadas, que el esfuerzo individual debe contribuir al bienestar social, y la sociedad se debe importar del bienestar de sus miembros. La certidumbre de que no hay salidas individuales.

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