8.8.06

LA PIEDRITA EN EL ZAPATO

Dicen que en Bélgica existe una congregación religiosa ocupada en mantener funcionando una granja lechera, una fábrica de queso y, principalmente, dedicada al estudio y al canto. Digamos una congregación religiosa como muchas, pero ésta tiene una característica muy especial: sus miembros andan con una piedrita en el zapato.
El origen de la costumbre se pierde en lo profundo de la historia. Cuenta la leyenda, que en el inicio de la congregación todo iba muy bien, las vacas alegres producían leche, el queso cuajaba mágico, los cantos agradaban al cielo, y el estudio de las escrituras no podía ser más dedicado. Pero he allí que el entusiasmo comenzó a disolverse y los monjes se quedaron acostumbrados en sus faenas, hacían lo que les competía, ni más, ni menos.
Sin embargo, la congregación comenzó a decaer y no se sabía por qué. Al monje más sabio de la congregación le fue consultada la tragedia, y éste sentenció: “se ha caído en el conformismo, y el conformismo ha traído el acomodamiento, y el acomodamiento nos llevó al egoísmo, y con el egoísmo dejamos de ser una congregación”. Cuando al monje sabio le fue consultado el remedio, éste respondió: “una piedrita en el zapato”. Todos quedaron estupefactos, y el monje aclaró: “una piedrita en el zapato que nos recuerde que somos uno y somos todos”. Desde ese día la congregación siempre prospera, los monjes trabajan lo suyo y la piedrita en el zapato les recuerda que deben estar pendientes por todos, por la congregación.
Cuando supimos de esta historia no resistimos la tentación de pensar que no nos caería mal seguir el ejemplo de los monjes belgas, y andar con una piedrita en el zapato que nos recuerde que somos uno y somos todos, es decir, que mi suerte depende de la suerte de todos, que puedo quedar bien haciendo mi tarea, no obstante, mientras existan problemas sociales, mientras la sociedad no se organice de tal manera que cumpla su función de cobijar a sus miembros, los revolucionarios debemos tener la piedrita en el zapato que nos recuerde que aún no hemos cumplido con nuestro deber.
Ahora vamos a unas elecciones que están ganadas, no hay duda, pero la piedrita en el zapato nos debe recordar que esa es una meta muy importante, aunque no debemos conformarnos. De las elecciones debemos salir organizados en un sólido Poder Popular, que sea un tejido administrativo y político desde la base hasta lo nacional. De las elecciones, producto de una discusión abierta, deben salir las líneas maestras del Socialismo Bolivariano. De allí debemos salir unidos en la convicción de construir el Socialismo, unidos para derrotar a la oligarquía tradicional y a las falsificaciones de Socialismo, unidos alrededor del Comandante Chávez. Las elecciones deben ser excusa para prepáranos para otras batallas. Todos los revolucionarios debemos andar con una piedrita en el zapato.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Chávez y Fidel son socialismo!

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