Los tanques
pensantes gringos se dieron cuenta que es en PDVSA donde tiene que ocurrir la
principal batalla política e ideológica de la Revolución Bolivariana , temprano
enfilaron sus baterías contra la industria.
La historia de esta Revolución no puede escribirse sin
uno de sus protagonistas principales: PDVSA. Podemos afirmar que la vida de la
Revolución gira alrededor del petróleo.
Siempre PDVSA fue un baluarte gringo usado para
robarse el petróleo y como garante de la docilidad de la población sometida. En
la etapa Revolucionaria, después que los humildes capturan el poder político,
la compañía desarrolla activo papel en la disputa del gobierno, en la
pretensión restauradora. Es así, la mayor agresión a la Revolución provino de
las entrañas petroleras. El triunfo revolucionario en el sabotaje petrolero fue
el inicio de una nueva etapa en la historia Venezolana: los humildes tomaron
control del principal recurso del país, ahora contaban con fuerza para
concretar el sueño de un nuevo mundo.
La petrolera desde ese momento está bajo fuego
cruzado: por un lado están las fuerzas externas, las viudas de la meritocracia
saboteadora y vendepatria, y en lo interno, la incomprensión de unos y las
ideologías nosocialistas de otros. No hay dudas, la petrolera es el territorio
de las principales confrontaciones políticas.
Las poderosas fuerzas externas arremeten en dos
frentes que se complementan: uno, la brutal campaña mediática, difícilmente se
consigue en el mundo una compañía sometida a tal asedio: periódicos,
televisoras, radios, discursos, universidades, todos en cayapa contra la
compañía, sus directivos y su presidente.
El otro, menos evidente, más sutil, dota a la
manipulación mediática de elementos materiales, aquí se inscriben las acciones
de boicot, derrames, incendios y, recientemente, no tenemos la menor duda, el
fino ataque a la refinería de Amuay. No olvidemos que el mejor ataque es
el que no deja huellas, el que simula un accidente. El imperio es maestro en
crímenes encubiertos: allí están los magnicidios de Arafat, Allende, Kennedy,
Torrijos... casi a medio siglo de distancia aún no sabemos con certeza que
pasó. Todavía, a doscientos años, buscamos develar el asesinato del
Libertador...
Había que causarle bajas a PDVSA, y vino el ataque
encubierto, el accidente simulado, cuya autoría se develará cuando
desclasifiquen los documentos del pentágono gringo, los archivos del mossad, o
los servicios europeos. Entonces será tarde.
La agresión interna parece menos cruenta, pasa
desapercibida, es silenciosa, por eso tiene capacidad de hacer más daño, cuando
su efecto se hace evidente ya es tarde para remediarlo. Aparenta ser una
inocente lucha de argumentos, pero tiene inmensas repercusiones prácticas:
determina el destino de la Revolución.
Es la clase obrera petrolera el principal combatiente
en esta batalla. Es la única fuerza capaz de vencer en todos los frentes donde
se presente la contienda. Es la clase destinada a construir el futuro. Con
Chávez existe esa posibilidad, no la desperdiciemos por la ignorancia o por la
mezquindad.
¡Con Chávez, el Socialismo, PDVSA Resteaos!
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