Estamos sumergidos en una confrontación decisiva para el país, para el continente. Lo que aquí pase cambiará la política en el planeta. Estamos destinados a ser ejemplo para el mundo.
Si fracasamos en el intento Socialista un manto nefasto cubrirá al mundo, los filosofastros edificarán sobre la derrota doctrinas de entrega, escribirán desencantos y contribuirán a la sumisión de la especie en su camino a la extinción. Los movimientos emancipatorios recibirán un duro impacto, las rebeldías buscarán caminos tan inocuos como efímeros y el sistema capitalista no encontrará obstáculos en su marcha demencial.
Si triunfamos el mundo recibirá la brisa fresca del cambio posible, los pueblos oprimidos se darán cuenta de su situación miserable, los movimientos liberadores tomarán nuevos bríos, seremos ejemplo, diremos al mundo que sí se puede superar al capitalismo, que la especie tiene esperanzas.
Si esto es así, es deber de los socialistas estudiar con detenimiento el escenario donde ocurre la contienda, precisar a sus actores, los intereses que los mueven, la forma como lo hacen, sus expresiones políticas y sociales, las ideologías que los impulsan.
Si desechamos los diversos matices, si profundizamos en el análisis, encontraremos dos fuerzas principales en pugna, dos ideologías disputando la hegemonía. La ideología Socialista y la ideología nosocialista dan cuenta de todo el movimiento político del momento, son las protagonistas principales aunque tengan variadas expresiones.
Recalcamos, es importante tenerlo presente, hablamos de ideologías, no de expresiones políticas. Dos expresiones políticas pueden expresar a la misma ideología y estar en campos opuestos. Con estos elementos en la mano analicemos el escenario del gran proyecto de la Revolución Bolivariana. Veamos.
La ideología Socialista se encuentra exclusivamente en el territorio chavista, allí consigue campo para expresarse teórica y prácticamente, sin embargo dista mucho de ser hegemónica, se bate contra las deformaciones, las confusiones, la falta de rigor, los mimetismos y contra los embates de las ideologías capitalistas con las cuales convive.
La ideología Nosocialista se encuentra a ambos lados de la talanquera, cada vez ocupa más espacio, aparece con más fuerza y difunde los valores capitalistas cada vez con más desfachatez.
Los de afuera hablan de capitalismo franco, ligado al gran capitalismo internacional, sin dudas pondrán al país al servicio del imperio, nos llevarán rápidamente a niveles de miseria que nunca habíamos conocido.
Los de adentro dividen el capitalismo en bueno y malo, no caen en cuenta de que el capitalismo tiene su lógica perversa y todos los capitalistas tienen que cumplirla, están sometidos a ella. Su proyecto es inviable, ya el Che lo dijo y la historia lo refrendó: no se puede construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo. Nos llevarán al servicio del imperio, pero más lentamente.
Chávez es garantía de mantener las posibilidades de derrotar a las ideologías nosocialistas, sin él la batalla está definitivamente perdida. Esta es razón fundamental para defender a Chávez, al gobierno chavista con los votos, y con lo que la situación reclame.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
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