TRIUNFAR Y DEFENDER (Domingo 12-08-2012)

Está claro que los oligarcas despliegan un plan golpista, lo hacen en nuestras narices, tal como en abril se refugian en la legalidad, la usan para amarrarnos, paralizarnos y, desde allí, atentan contra ella. El método es conocido, lo usaron contra nosotros en abril, lo usaron contra Allende, a Lugo le aplicaron la misma, a Zelaya lo tumbaron con esa técnica y aún no se recupera del aturdimiento.

La pregunta es dramática ¿¡Qué estamos esperando para prepararnos, seguiremos narcotizados por el clima electoral, nos agarrarán como en abril!?

De la respuesta militar no hablemos, esa corresponde al gobierno, allí están los instrumentos para defender al Estado, ocupémonos de la respuesta política, aunque sabemos que lo militar y lo político forman parte de la misma acción, separémoslo para efectos de explicación.

Es urgente dotar a la masa de razones sagradas por las cuales luchar, los motivos de la defensa de la Patria, de la Revolución, no deben ser exclusivamente motivos materiales, estos no preparan a los pueblos para las grandes hazañas, al contrario.

Las razones sagradas, las que justifican la entrega total a la defensa de la Patria, de la vida, del Socialismo, tienen que ser de carácter espiritual. Sólo un pueblo movido por sentimientos altruistas podrá construir y defender nuevos mundos. Razones sagradas tenemos en abundancia, falta tener fe en ellas, romper con la lógica capitalista de que el hombre es un egoísta esclavo del tener, de la mercancía, de la cosa. Confiemos más en el corazón que en el estómago.

La respuesta no puede descansar en el espontaneísmo de la masa, que sin coordinación estratégica es incapaz de ir más allá de la táctica, sólo producirá escaramuzas, nunca campañas. Dejar a la masa sin una clara dirección es un crimen de lesa Revolución. Es necesaria una dirección. El Comando antigolpe debe ser activado y tener su cara pública, las líneas de mando deben ser conocidas. Las bases deben estar organizadas e informadas de la política a desarrollar, de los movimientos que debe hacer a la hora de enfrentar el golpe, tenga éste la variante que tenga.

Es necesario informar al pueblo con seriedad de la situación a la que nos está llevando la oligarquía internacional y explicar las formas de contener la agresión. La primera de ellas es una masiva votación que anule las posibilidades de golpe. La segunda, y también fundamental, la movilización. Que el oligarca sepa que si se atreve se encontrará con el huracán popular, como en abril, pero esta vez organizado, con metas políticas claras, dispuesto a profundizar la Revolución, a desechar esta legalidad burguesa que sólo ha servido para guarimba de los golpistas, y fundar una legalidad revolucionaria, capaz de defender a la Revolución. Que le quede claro que si se atreven, del capitalismo no quedará piedra sobre piedra, lo superaremos, lo arrasaremos y sobre sus escombros definitivamente fundaremos el Socialismo para felicidad de todos.

¡Defenderemos a la Revolución, a Chávez!