En el centro
del enfrentamiento de la Revolución con el capitalismo está la relación con la
vida. El Socialismo, la Revolución , tiene en el núcleo de sus motivaciones el
respeto absoluto por la vida. En contraste, el capitalismo es una formidable
maquinaria de la antivida, de la muerte. El enfrentamiento es de Tánatos contra
Eros, el amor contra la antivida.
En los momentos definitorios, cuando el choque alcanza
niveles decisivos, el capitalismo se devela fascista, nazista, expresa su
verdadero carácter de despreciador de la vida. De la oscuridad de sus almas
emerge Tánatos, el dios de la muerte, y lo hace primero desde sus intelectuales
que afirman la psicología de masas propia de los despreciadores de la vida.
A medida que se desarrolla el plan golpista, cuando el
ropaje electoral deja ver el fondo fascista y las ilusiones se deslizan hacia
la salida violenta, aparece la crueldad que mueve al capitalismo. Veamos.
Los plumíferos de la muerte cargan las tintas contra
Chávez. Lo primero que hacen es burlarse de las amenazas contra el Comandante,
marianela salazar es un buen ejemplo de la actitud de los intelectuales al
servicio de la oligarquía, de lo macabro, ella escribe:
…"El tema del magnicidio aburre, le falta el
toque humorístico de cuando metía en el mismo saco a supuestos conspiradores de
la talla del presidente George W. Bush o del ministro colombiano Juan Manuel
Santos con Alberto Ravell, Miguel Henrique Otero, José Miguel Vivanco y el
periodista peruano Jaime Bayly".
Nunca han condenado el intento de magnicidio, al
contrario, si le rasgáramos un poquito el alma le veríamos los deseos de que se
materialice el asesinato, lo festejarían como festejaron el de Danilo.
Pero cuando marianela descubre el carácter tanático de
la oligarquía, es cuando escribe:
"Es el mismo guión utilizado permanentemente por
el líder cubano para distraer la atención de los conflictos que mantiene con su
martirizado pueblo. La cifra oficial de atentados contra Fidel Castro,
proporcionada por su gobierno, es de 638 atentados. ¡Una pelusa! El Gobierno
cubano ha reconocido públicamente que de todos los atentados sólo 167 fueron
preparados con hombres y armas."
No condena ni los 167 atentados que ella acepta. Un
solo atentado merece el repudio y vibrar de indignación, pero no, esta señora
los justifica, no los condena, no le da el alma para condenar el magnicidio
como arma política, al contrario, entre líneas lo desestima y así lo encubre y
aúpa.
Próximo a las embestidas decisivas de la oligarquía
aparecen estos plumíferos arengando a sus bases, despertando odio, incitando al
exterminio. Así fue en los días que antecedieron a abril, recordemos las
incitaciones de los voceros, de los intelectuales y columnistas en los días del
golpe apoyando las razzias en los barrios. Precisamente, estos que hoy aparecen
como demócratas liderizaban la infamia. Una razón más de peso para el 7 de
octubre: votar por el respeto a la vida, por Chávez.
¡Con Chávez Resteaos!
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