El filósofo
George Santayana escribió una vez: “Quien no aprende de la historia
estará condenado a repetirla.” La historia ha demostrado que la
sentencia es verdadera, quien ignore la historia está condenado a repetirla
con una gran carga de sacrificio para las sociedades incautas.
Para nosotros en Venezuela una de las experiencias
históricas que debemos estudiar con mucho rigor es la Revolución de Chile.
Allende es para nosotros un maestro, de él debemos aprender.
La Revolución de Allende, guardando por supuesto las
diferencias culturales de los dos pueblos, es muy parecida a la nuestra: las
dos pretenden ser pacíficas, tienen los mismos enemigos, sufren las mismas
agresiones. Sin duda, de ella debemos aprender, repetir su desenlace sería una
catástrofe.
Las Revoluciones son un milagro hecho por el humano.
Son muchísimos los factores que intervienen en ella, y muchísimos los errores
que pueden conducir a la derrota del proceso, por tanto, es importantísimo el
estudio de las experiencias pasadas, sólo así la humanidad aprende a construir
asombros.
Veamos algunas enseñanzas de la Revolución de Allende.
Primera enseñanza: las clases
dominantes son capaces de todo con tal de mantener su dominación, son capaces
de crear la mayor ilusión de “democracia,” y también de apelar a la más feroz
dictadura. Por tanto, las fuerzas revolucionarias no deben sustentar su
política en la creencia del respeto oligarca a las leyes, ellos no tienen más
ley que la defensa del Capital.
En Chile violaron los más elementales códigos, los
fundamentales derechos, sin ni siquiera sonrojarse. Pinochet y Frei son las dos
caras de la misma dominación oligarca.
Segunda enseñanza: Las alianzas con
la oligarquía son como el beso de judas: traición. Las oligarquías no son
humanas, son personificaciones del Capital, están poseídas por el dios dinero,
obedecen a sus mandatos, no tienen otra voluntad.
Abrazarse a las oligarquías no salva a las
revoluciones. Al contrario, el pueblo, la masa que apoya a la Revolución se
confunde, es presa del escepticismo, se aparta, y en ese momento la oligarquía
saca sus garras y da el zarpazo.
Tercera enseñanza: La ofensiva de
las oligarquías contra las revoluciones se hace desde un frente externo, de
fácil detección, y desde un frente interno, más difícil de percibir. Este
frente interno es el más dañino en las revoluciones pacíficas, plantea fórmulas
que extravían y debilitan.
Este frente interno, reformista, fue en gran medida el
error del milagro chileno, la conciliación en Chile desconcertó a su base de
apoyo popular y posibilitó la arremetida del aparato militar burgués.
Los reformistas son la expresión más peligrosa de la
oligarquía, son una eficaz fuerza taimada, disfrazada, parte importante en el
derrumbe de las revoluciones. Después hacen la historia y como el gato ocultan
sus culpas imputando a los verdaderos revolucionarios. Así, los Reformistas
chilenos salieron por el mundo a deformar aquella historia y a culpar al MIR
Chileno de la derrota producida por la oligarquía y la concertación castradora.
¡Con Chávez resteaos!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
1 comentario:
nos gustaria que nos pudiera seguir y asi intercambiar ideas, gracias.
http://sumejorinformacion.blogspot.com
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