La clase media es preocupación central de la
Revolución. Su incorporación al proceso es objeto de halagos, sin embargo ella
inconmovible desprecia el enamoramiento. ¿Por qué? La interrogante merece
estudio. Veamos.
La clase media en el capitalismo vive sumida en
el desasosiego de una existencia voluble: atrapada entre el deseo de
ascender a balcones burgueses y la angustia de descender a los fosos de miseria
que el capitalismo ha creado. Este dilema intenta resolverlo con el consumismo
desmedido, siendo presa fácil de la manipulación capitalista busca su felicidad
con la compulsión de obtener, de tener, pero ésta se escabulle como el origen
del arco iris, viven así la tragedia de que su calidad humana se mida por la
capacidad de consumir mercancías inútiles.
El rescate de la clase
media, su liberación, no puede ser reafirmándole la carrera del consumismo ni
de la compensación material, en ese terreno un éxito significa hundirlo más en
la lógica que los oprime.
La batalla por ganarlos para la idea
revolucionaria tiene que ser en el alma, en lo profundo de la psiquis,
demostrándoles que sólo con la Revolución conseguirán superar la existencia
superficial, intrascendente, azarosa, en la que son víctimas de sus prójimos y
de las apetencias insaciables del capitalismo que los envilece, los transforma
en nohumanos.
Sólo de esta manera, colocando la discusión en
el alma, podemos conseguir algo con la clase media. Intentar enamorarla con lo
material es tarea inútil, es estimular la lógica que se pretende sustituir.
La clase media, la humanidad entera, sólo será
liberada cuando se transforme la sociedad toda con la superación del
capitalismo, cuando todos vivamos como hermanos. Entonces la clase media tendrá
bienes que el capitalismo no podrá nunca proporcionar: una vida sin el
desasosiego de la incertidumbre, todos recibirán de acuerdo a sus necesidades,
la educación de alta calidad será gratuita, se librarán del absurdo de una
educación privada, la salud será gratuita, ya no serán mercancía en una clínica
privada, rescatarán la condición humana del enfermo, la alimentación será
segura. Podrán salir a la calle sin miedo, la noche volverá a ser hermosa
poesía, el vecino un apoyo, en el trabajo todos seremos hermanos. Viviremos todos
por el bien de todos, cumpliremos el mandato de Cristo.
Esta vida plena es el Socialismo. Sólo así se
puede rescatar la condición humana del humano, esa es la mayor reivindicación,
no sólo de la clase media sino toda la humanidad.
El capitalismo no tiene
otra cosa para ofrecer a la clase media, solo una vida miserable en lo
espiritual y lo material. En contraste, el Socialismo le puede dar algo que
vale más que cualquier prebenda, el sentido a la vida, la felicidad de una vida
sosegada, la oportunidad de desarrollar sus potencialidades humanas, la suprema
felicidad de vivir como hermanos, terminar con la competencia y con la guerra
de todos contra todos.
Esa fuerza del Socialismo, esa proposición,
podrá poner del lado de la Revolución a lo mejor de la clase media.
¡Con Chávez resteaos!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario