Ramos allup,
que es un político taimado, en días pasados escribió en twitter lo que podría
tomarse como una rabieta pasajera, algo sin mayores consecuencias. Veamos.
Dice ramos: “Jerarcas militares, civiles y demás
verdugos de la robolución sucialista deben prepararse para lo que se les viene
encima. ¡Se hará justicia! (…) No habrá persecuciones pero se hará justicia...
No habrá paz ni reconciliación si no se imparte justicia”, reseñó Allup a
través de la red social."
Analicemos, más allá de las apariencias, la
declaración de este astuto político. Las primeras preguntas que surgen son ¿qué
amerita justicia? ¿Por qué no lo denuncia en los tribunales hoy? ¿Por qué
esperar? o mejor, ¿qué espera? Después promete que no habrá persecuciones pero
que “se hará justicia”. Surgen otras preguntas ¿cuándo no habrá
persecuciones? ¿Después de qué?
Las respuestas son claras: ramos, entre líneas y no
tan discreto, habla de una etapa pos golpe, cuando pase algo que rompa
abruptamente la legalidad de hoy, claro que no está hablando de un cambio por
elecciones, este cambio no supone la agresividad que promete ramos.
La conclusión es que ramos con su rabieta demuestra
que ya se cambió abiertamente al campo golpista, abandonó la vía legal, busca
el oxígeno que la fallida candidatura de capriles no le puede dar.
La salida golpista, ante el derrumbe estrepitoso de
capriles, es cada vez más atractiva para los antichavistas. En el
programa de José Vicente, el jefe del Sebin alerta sobre la conspiración:
El director del Servicio Bolivariano de Inteligencia
Nacional (Sebin), General Miguel Rodríguez Torres, alertó hoy que en la
oposición al presidente Hugo Chávez sigue activo un sector violento,
contrario a la opción electoral, para sacarlo del poder.
“En la oposición con la que nos estamos enfrentando no
solamente hay los que quieren ir a votar el 7 de octubre. Hay grupos muy
radicales que no puedo mencionar en este programa, pero que están pensando en
salidas al margen de la Constitución , siguen pensando en salidas violentas y
siguen reuniéndose” con ese fin, aseguró.
Si esto no fuera suficiente, diego arria, pieza de
confianza de los imperialistas, plantea con descaro el golpe:
En su programa se dirige directamente a los militares,
intenta desacreditar a los jefes militares e incita a la desobediencia, al
golpe. Amenaza con la justicia internacional, es decir, la del imperio, y
termina denunciando unos contingentes de espías iraníes y cubanos. Tiene el
descaro de confesarse miembro de un instituto inglés de espionaje de las
fuerzas armadas de los países del mundo, y muestra un libro editado por este
instituto donde se lee la ubicación de todas las unidades y equipos de la
Fuerza Armada Venezolana.
La situación está clara, el golpe avanza a
zancadas, ya se conspira a cielo abierto, las gallinas comienzan a cantar
como gallos, no hay afeites, estamos en la etapa final. Si se atreven se
arrepentirán.
¡Con Chávez!
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