La noticia constriñe el alma de la humanidad, corre en internet en los portales de la prensa seria que aún sobrevive a los grandes monopolios mundiales de noticias.
Transcribimos la información:
Un número cada vez mayor de niños se desploman muertos en el largo viaje hasta los campamentos de refugiados. Los que llegan están más severamente desnutridos que nunca. Y según la ONU el número de personas amenazadas [por la hambruna] ha llegado a 11 millones, que es como si cada hombre, mujer y niño de Bélgica corriera el riesgo de morir de hambre. Así pues, con cada día que pasa la cíclica crisis alimentaria de la región del Cuerno de África va adquiriendo los visos de una hambruna en toda regla. Hay una imagen que capta el degradante horror que azota a millones de personas. No es la imagen de un niño con el vientre hinchado y los ojos desorbitados que llora pidiendo comida, aunque haya infinidad de ellos. Es la imagen de las madres que se atan el estómago con una cuerda para amortiguar las punzadas del hambre mientras dan a sus hijos la poca comida que pueden conseguir -una grotesca parodia de las bandas gástricas que se utilizan en Occidente para adelgazar-.
La situación de Somalia resume el presente y el futuro de la Humanidad. Veamos.
La crisis que las mentes más lúcidas del planeta habían denunciado desde hace más de veinte años, ya está aquí.
Las causas de la crisis planetaria son: la conciencia egoísta, las bases éticas del capitalismo que aprueba cualquier agresión a humanos y a la naturaleza sólo con la condición de que produzca lucro, y el impacto ambiental producido por el capitalismo, utilización de tierras para cultivos de agrocombustibles y no para alimentos, la contaminación, las especulaciones financieras.
La angustia de las madres de Somalia muestra dos aristas fundamentales: Una, el desequilibrio mundial, donde unos pocos viven opíparamente en el mayor derroche y las grandes mayorías viven en la miseria. Un mundo donde ricos y pobres son infelices, unos sufren por exceso, se operan el estómago para detener el consumo excesivo y neurótico, y otros se amarran el estómago para detener su hambre y poder alimentar a sus hijos con las sobras.
La otra arista es el comportamiento de la mujer en situaciones extremas: "La hembra de la especie sacrifica su instinto de conservación en aras del instinto altruista maternal, se entrega al hijo." Es una demostración de la base biológica del Socialismo, sin dudas este instinto maternal es la base, el núcleo de la posibilidad socialista de la especie: desmiente los señalamientos de que el egoísmo capitalista es condición natural.
No es posible el Socialismo sin la participación de la mujer encontrada con su instinto maternal. Podemos decir que el Socialismo será un matriarcado. Y concluimos que el Socialismo será la liberación verdadera de la mujer, y simultáneamente la liberación de la humanidad por la mujer.
¡Sin Socialismo no hay Chávez y sin Chávez no hay Socialismo!
Transcribimos la información:
Un número cada vez mayor de niños se desploman muertos en el largo viaje hasta los campamentos de refugiados. Los que llegan están más severamente desnutridos que nunca. Y según la ONU el número de personas amenazadas [por la hambruna] ha llegado a 11 millones, que es como si cada hombre, mujer y niño de Bélgica corriera el riesgo de morir de hambre. Así pues, con cada día que pasa la cíclica crisis alimentaria de la región del Cuerno de África va adquiriendo los visos de una hambruna en toda regla. Hay una imagen que capta el degradante horror que azota a millones de personas. No es la imagen de un niño con el vientre hinchado y los ojos desorbitados que llora pidiendo comida, aunque haya infinidad de ellos. Es la imagen de las madres que se atan el estómago con una cuerda para amortiguar las punzadas del hambre mientras dan a sus hijos la poca comida que pueden conseguir -una grotesca parodia de las bandas gástricas que se utilizan en Occidente para adelgazar-.
La situación de Somalia resume el presente y el futuro de la Humanidad. Veamos.
La crisis que las mentes más lúcidas del planeta habían denunciado desde hace más de veinte años, ya está aquí.
Las causas de la crisis planetaria son: la conciencia egoísta, las bases éticas del capitalismo que aprueba cualquier agresión a humanos y a la naturaleza sólo con la condición de que produzca lucro, y el impacto ambiental producido por el capitalismo, utilización de tierras para cultivos de agrocombustibles y no para alimentos, la contaminación, las especulaciones financieras.
La angustia de las madres de Somalia muestra dos aristas fundamentales: Una, el desequilibrio mundial, donde unos pocos viven opíparamente en el mayor derroche y las grandes mayorías viven en la miseria. Un mundo donde ricos y pobres son infelices, unos sufren por exceso, se operan el estómago para detener el consumo excesivo y neurótico, y otros se amarran el estómago para detener su hambre y poder alimentar a sus hijos con las sobras.
La otra arista es el comportamiento de la mujer en situaciones extremas: "La hembra de la especie sacrifica su instinto de conservación en aras del instinto altruista maternal, se entrega al hijo." Es una demostración de la base biológica del Socialismo, sin dudas este instinto maternal es la base, el núcleo de la posibilidad socialista de la especie: desmiente los señalamientos de que el egoísmo capitalista es condición natural.
No es posible el Socialismo sin la participación de la mujer encontrada con su instinto maternal. Podemos decir que el Socialismo será un matriarcado. Y concluimos que el Socialismo será la liberación verdadera de la mujer, y simultáneamente la liberación de la humanidad por la mujer.
¡Sin Socialismo no hay Chávez y sin Chávez no hay Socialismo!
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