¿Qué guía a los pueblos, lo material o lo espiritual? La respuesta, desde que el mundo es mundo, ha dividido a los hombres y a sus dirigentes.
Una sociedad guiada por las metas materiales sólo es capaz de conseguir objetivos mezquinos, es una suma de egoísmos, pasto de los dominantes, destinada a la fragmentación.
Una sociedad guiada por metas espirituales, altruistas, es capaz de elevarse a mundos inéditos, excelsos, puede construir la felicidad de saberse destinada para lo grande, dejar de ser máquina de consumo, animal esclavo de sus apetitos.
Bolívar sabía que el móvil de la empresa que soñó en Monte Sacro sólo podía ser espiritual, renunció a sus riquezas, y con su verbo pudo encender el corazón de un Continente y conducirlo a territorios de independencia.
Martí, con su poesía, derrotó a un imperio y sembró en su patria la gloria de ser libre, soberana, y le enseñó que sólo con alto espíritu altruista, con elevada conciencia de lo común, estará destinada para las grandes tareas, las que asombran al mundo. Le invitó a elevarse desde la mezquina aldea hasta la “Patria es humanidad”.
El 4 de febrero fue el relámpago del recuerdo, de allí venimos. El altruismo, hasta entonces aplastado por lo pragmático, el oportunismo, el cálculo egoísta, cedió la escena a lo heroico del sacrificio de lo individual por lo social. Un grupo de jóvenes encarnó el espíritu del Libertador, y desde el Samán de Güere se elevaron inmensos para iluminar con su desprendimiento al resto de la patria.
Los dirigentes que han convocado para lo material, sólo obtienen mercenarios incapaces de tomar al cielo por asalto, de dejar huella, sólo cosechan la ingratitud de la fiera hambrienta que ellos crearon.
Para nosotros no se trata de una discusión académica, en la respuesta, en la conducta que de allí se desprenda, va el rumbo y la vida de esta sociedad y del continente, que ve con expectación nuestros pasos que son los de la esperanza.
Ya el Che lo alertaba: las armas melladas del capitalismo no construyen socialismo. Que es lo mismo que decir, lo material no puede ser móvil para construir el nuevo mundo. Ya Fidel sentenciaba: Construir riqueza con la Conciencia , y nunca pretender que la riqueza construya Conciencia.
Lo material no es requisito previo para sentir amor, el amor debe guiar la conquista de lo material, o mejor, en la construcción de lo material debe ir implícita la elevación del amor. Sólo actuando así podremos zafarnos de las cadenas de la esclavitud capitalista, que son cadenas esencialmente espirituales.
La responsabilidad que tiene esta Revolución con la vida del planeta, de cambiar el rumbo suicida del capitalismo, nos obliga a correr el riesgo de transitar la hermosa aventura de convocar al pueblo para las grandes metas, para erguirse y luchar por razones espirituales, las que nos hacen humanos, las que salvarán a la especie, a la vida.
¡Con Chávez Resteaos!
Una sociedad guiada por las metas materiales sólo es capaz de conseguir objetivos mezquinos, es una suma de egoísmos, pasto de los dominantes, destinada a la fragmentación.
Una sociedad guiada por metas espirituales, altruistas, es capaz de elevarse a mundos inéditos, excelsos, puede construir la felicidad de saberse destinada para lo grande, dejar de ser máquina de consumo, animal esclavo de sus apetitos.
Bolívar sabía que el móvil de la empresa que soñó en Monte Sacro sólo podía ser espiritual, renunció a sus riquezas, y con su verbo pudo encender el corazón de un Continente y conducirlo a territorios de independencia.
Martí, con su poesía, derrotó a un imperio y sembró en su patria la gloria de ser libre, soberana, y le enseñó que sólo con alto espíritu altruista, con elevada conciencia de lo común, estará destinada para las grandes tareas, las que asombran al mundo. Le invitó a elevarse desde la mezquina aldea hasta la “Patria es humanidad”.
El 4 de febrero fue el relámpago del recuerdo, de allí venimos. El altruismo, hasta entonces aplastado por lo pragmático, el oportunismo, el cálculo egoísta, cedió la escena a lo heroico del sacrificio de lo individual por lo social. Un grupo de jóvenes encarnó el espíritu del Libertador, y desde el Samán de Güere se elevaron inmensos para iluminar con su desprendimiento al resto de la patria.
Los dirigentes que han convocado para lo material, sólo obtienen mercenarios incapaces de tomar al cielo por asalto, de dejar huella, sólo cosechan la ingratitud de la fiera hambrienta que ellos crearon.
Para nosotros no se trata de una discusión académica, en la respuesta, en la conducta que de allí se desprenda, va el rumbo y la vida de esta sociedad y del continente, que ve con expectación nuestros pasos que son los de la esperanza.
Ya el Che lo alertaba: las armas melladas del capitalismo no construyen socialismo. Que es lo mismo que decir, lo material no puede ser móvil para construir el nuevo mundo. Ya Fidel sentenciaba: Construir riqueza con la Conciencia , y nunca pretender que la riqueza construya Conciencia.
Lo material no es requisito previo para sentir amor, el amor debe guiar la conquista de lo material, o mejor, en la construcción de lo material debe ir implícita la elevación del amor. Sólo actuando así podremos zafarnos de las cadenas de la esclavitud capitalista, que son cadenas esencialmente espirituales.
La responsabilidad que tiene esta Revolución con la vida del planeta, de cambiar el rumbo suicida del capitalismo, nos obliga a correr el riesgo de transitar la hermosa aventura de convocar al pueblo para las grandes metas, para erguirse y luchar por razones espirituales, las que nos hacen humanos, las que salvarán a la especie, a la vida.
¡Con Chávez Resteaos!
1 comentario:
Es exactamente así. Muchos quizás piensen que es irreal la meta, más yo creo es la única. El hombre ya ha intentado ser el único todopoderoso, pero sólo desprendiendose de su ego, podrá ver ya no el hombre "individuo" sino el hombre que conforma la "humanidad".
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