Cuando la intención socialista toma el poder, se inicia la etapa de transición, o más preciso, comienza la creación heroica del Socialismo. En esas aguas navegamos hoy, es necesario pensarlas. Veamos.
El Socialismo tiene varios componentes: la economía, la espiritualidad, la organización social y política, la cultura. El avance no es en bloque, a veces uno de estos elementos se adelanta y jalonea a los otros, es esta independencia relativa de los componentes lo que permite pensar en la Revolución en países con poco desarrollo del capitalismo, en ellos la conciencia, la espiritualidad, son los arietes del proceso.
Esto significa que una Zona Socialista debe tener como eje la Conciencia del Deber Social, del sentido de pertenencia a la sociedad. De allí que todas las acciones, económicas, de organización social, de cultura, deben contribuir a crear, a soportar esa conciencia. Será la Conciencia del Deber Social la medida del avance de la Zona Socialista.
La Conciencia del Deber Social tiene su mejor expresión en la movilización de la masa alrededor de objetivos políticos altruistas. Un pueblo que avanza en la creación socialista es un pueblo capaz de movilizarse. La movilización es medida y simultáneamente es acción que educa, crea conciencia socialista.
Y es el Trabajo Colectivo Voluntario el gran instrumento movilizador y formador de la Conciencia de Sociedad, de la Conciencia Socialista.
Las masivas jornadas de Trabajo Colectivo Voluntario precederán a las inmensas movilizaciones políticas.
Qué formador sería que las estructuras electorales del PSUV a nivel nacional realizaran Trabajo Voluntario, estás jornadas facilitarían la catequesis electoral, relacionarían la organización con el pueblo, formarían la Conciencia indispensable.
Qué importante sería que los trabajadores petroleros, gerentes y obreros, juntos, realizaran Trabajo Colectivo Voluntario, de esa forma PDVSA tendería la mano al pueblo humilde, acercarían corazones, entrelazarían los sueños, marcarían rumbos.
Las Comunas, los Consejos Comunales deberían tener como norma el Trabajo Colectivo Voluntario, fuera de su territorio, esto les dará una visión más allá de los confines de su acción cotidiana, ayudaría a la formación de Conciencia de Sociedad, combatiría la natural tendencia de pensar, de importarse sólo por su entorno inmediato.
No es pensable un socialista que no haga Trabajo Voluntario, esta debería ser la norma de toda la estructura política y de gobierno. Esa sería una extraordinaria manera de ligarse partido y masa.
Esta movilización, el Trabajo Voluntario, movilización política que refleje Conciencia, si se realiza en grande, se supera lo meramente publicitario, si se transforma en cultura, será una muestra de Socialismo Hoy. Es una medida cierta, confiable, del avance del Socialismo Hoy. Será la mejor arma en el combate a las tendencias fragmentadoras que brotan dentro de la Revolución. Y, por sobre todo, será un baluarte infranqueable a las intenciones restauradoras de la oligarquía.
¡Chávez es Cristianismo, Socialismo!
¡Movilización y Trabajo Voluntario son Socialismo Hoy!
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