15.6.10

¿CONTROL OBRERO, O CONTROL DE LA CLASE OBRERA?

Para dar respuestas al asunto es necesario revisar la historia de la participación obrera en la Revolución Bolivariana.
En las primeras etapas de la Revolución los obreros lo hicieron sin conciencia de clase, es decir, no tenían metas propias, proyecto propio, no se habían encontrado con su papel histórico. Sólo ahora los obreros encontrados con su ideología pueden esbozar un proyecto nacional.
Esto trae como consecuencia una feroz lucha por la conducción de los obreros, por sus propuestas en relación al Socialismo. Allí, se perfilan dos corrientes principales: El Control Obrero, y el Control de la Clase Obrera.
Para estudiarlos son imprescindibles algunas precisiones teóricas. Es necesaria una definición de Socialismo, sólo conociendo la meta podremos evaluar las propuestas. Veamos.
Socialismo es en esencia la integración social, la recomposición de la sociedad que fue fragmentada por el capitalismo. Es el rescate del sentido de pertenencia a la sociedad, de la Conciencia del Deber Social. Todas las acciones revolucionarias tienen ese fin, o mejor, una acción sólo será revolucionaria si tiene ese fin.
En contraste, la esencia del capitalismo es la desintegración de la sociedad, la pérdida del sentido social, la elevación del individualismo, la guerra de todos contra todos. Todas las acciones capitalistas tienen ese fin, sobre ese egoísmo se sostiene.
Es en la Revolución Cubana, con el Che y Fidel, que se llega a la completa comprensión del Salto Revolucionario. Oigamos a Fidel en el célebre discurso en la Universidad de La Habana en 2005:
“Hubo quienes creyeron que con métodos capitalistas iban a construir el socialismo. Es uno de los grandes errores históricos. No quiero hablar de eso, no quiero teorizar; pero tengo infinidad de ejemplos de que no se dio pie con bola en muchas cosas que se hicieron, quienes se suponían teóricos, que se habían empanfletado hasta el tuétano de los huesos en los libros de Marx, Engels, Lenin y todos los demás.
Fue por eso que dije aquella palabra de que uno de nuestros mayores errores al principio, y muchas veces a lo largo de la Revolución, fue creer que alguien sabía cómo se construía el socialismo.”
Es claro, Fidel se deslindó de los dogmáticos y de los reformistas, y ese rompimiento le permitió alcanzar escalones superiores en el pensamiento revolucionario, romper con las coyundas de la Unión Soviética de Stalin, y desligarse de las fórmulas capitalistas que ofrecían atajos para resolver los problemas sociales.
Fidel encierra toda la idea en un párrafo histórico:
“Y nosotros no debemos traducir el dinero o la riqueza en conciencia. Nosotros debemos traducir la conciencia en riqueza. Estimular a un hombre para que cumpla más con su deber es adquirir conciencia con dinero. Darle a un hombre más riquezas colectivamente porque cumple su deber y produce más y crea más para la sociedad, es convertir la conciencia en riqueza.”
Sólo desde este piso teórico estaremos en condiciones de estudiar el dilema del Control Obrero, o de Control de la Clase Obrera.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

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