Los obreros se constituyen en Clase Obrera cuando superan su interés inmediato y consiguen unirlo concientemente con el interés estratégico: la liberación de la sociedad toda, la superación del capitalismo, la construcción del Socialismo. Es una respuesta de toda la clase, no de un fragmento de ella.
El Control de la Clase Obrera se diferencia y se enfrenta al Control Obrero en que surge y se ancla en una visión social de los problemas, se toma conciencia de que la solución no está en la fábrica sino en la transformación de la sociedad, en la revolución, y esa es su prioridad. En este instante la Clase Obrera hasta ahora comparsa del capitalismo se eleva para ser la rectora del cambio, de la Revolución. Se hace clase revolucionaria.
Aquí vale la pena recordar las palabras de Georg Lukács, cuando dice: …“que una clase está llamada a dominar significa que desde sus intereses de clase, desde su consciencia de clase, es posible organizar la totalidad de la sociedad de acuerdo a esos intereses. La cuestión que decide en última instancia acerca de toda lucha de clases es: ¿Qué clase dispone, en el momento dado de esa capacidad, de esa consciencia de clase?”
El Control de la Clase Obrera significa, entonces, la solución de los problemas de los obreros dentro de la visión más general y más profunda de la solución de los problemas de la sociedad. Es decir, la sustitución del capitalismo.
Así, la Clase Obrera constituida en clase rectora del cambio y de la construcción del Socialismo, toma control del proceso revolucionario a través del Estado que la representa. Y con su ejemplo, con su acción, conduce el proceso.
Su principal tarea es su transformación en Clase Obrera Conciente, entiende la primerísima importancia de la defensa de la Revolución, del Gobierno Revolucionario, del Comandante Chávez. Entiende que es la oportunidad, de en la práctica, unir sus intereses particulares con los intereses generales de toda la sociedad.
El ejemplo del Control de la Clase Obrera lo encontramos en la Costa Oriental del Lago, allí los obreros tomaron conciencia de su papel histórico. Partiendo de la visión general, de sociedad, se encontraron y asumieron su compromiso de clase, se hicieron internacionalistas, solidarios, defensores del proceso revolucionario.
Se entrelazan en un solo esfuerzo con los directivos de PDVSA, a través de los Comités de Gestión, los gerentes dejan de ser enemigos de la clase y se transforman, como decía Gramsci, en intelectuales orgánicos.
Y, lo que es más importante, consiguieron en el Trabajo Colectivo Voluntario el instrumento concientizador para ellos y para la sociedad, la manera para llevar a toda la sociedad la conciencia proletaria.
En Resumen, el camino hacia el Socialismo pasa por el Control de la Clase Obrera. Sólo con él podremos superar la mezquindad de las propuestas pequeño burguesas, y podrán elevarse los obreros a Clase Obrera, a Clase Revolucionaria.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!
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