Las medidas tomadas por el gobierno para enfrentar la crisis provocaron sulfuración en la oposición oligarca. Los revolucionarios debemos estudiar el modus operandi de los políticos oligarcas para enfrentar sus ataques.
Lo primero que hacen es escamotear el fondo de la discusión, que es la incapacidad del sistema capitalista para producir bienestar a la sociedad, al contrario, produce miseria espiritual y material, exclusión y crisis periódicas que cada vez son más catastróficas y globales. Lo que se discute, lo que está en juego es Socialismo o capitalismo, barbarie, extinción.
Después, los voceros oligarcas se deslastran del pasado, tal es el caso de roberto giusti, que ahora hasta despotrica de carlos andrés pérez, de cuyo gobierno fue ejecutivo.
Lo mismo hace teodoro el pusilánime, quiere dictar cátedra de economía revolucionaria, olvidando que entregó las prestaciones, y que ha traicionado los ideales que lo movían en los días que era prometedor líder estudiantil en la ucv.
ledezma, carlos blanco y demás plumíferos no se quedan atrás. Hoy no se consigue un vocero capitalista de la cuarta, todos empiezan la historia desde Chávez, atrás no existió nada. De esta manera piensan acreditarse para derrocar a la Revolución y volver al camino de capitalismo franco.
Es necesario que los revolucionarios y el pueblo desposeído entendamos la calidad de la batalla: estamos en feroz lucha contra el sistema capitalista y sus vicios morales y éticos. Contra eso luchamos.
Esa lucha contra la bestia milenaria es difícil, compleja, llena de meandros, los vicios están por todos lados, están aquí, conviven con la Revolución, también dentro de nosotros los revolucionarios.
La batalla es difícil. Se trata de fundar, con hombres formados en la cultura del pasado, del egoísmo, un futuro diferente, otra cultura, la de la fraternidad, la del sentido de pertenencia a la sociedad. Eso requiere un esfuerzo espiritual de primera magnitud.
Siendo así, no es de extrañar que la Revolución esté llena de comportamientos, de conductas de la cuarta, del capitalismo, que anden por allí “revolucionarios” que tengan alma de capitalistas, que aprovechen los puestos para desplegar sus vicios.
La lucha contra esas manchas es parte de la batalla. Parafraseando a un clásico podríamos decir: “el camino al socialismo está lleno de incomprensiones, de retrocesos, de equivocaciones, sacrificios, pero es el camino, el único camino.” Sólo por allí podemos realmente superar los problemas y los vicios de hoy.
La Revolución lucha contra esos vicios atacando a su origen que es el capitalismo. Los males del capitalismo no se resuelven dentro del sistema que les dio origen. Quien quiera enfrentar la crisis tiene primero que declararse socialista y anticapitalista, en caso contrario es un pescador en río revuelto.
Las medidas que tomó la Revolución son señal clara de un gobierno que se coloca al lado de la sociedad desposeída.
Las mentiras de los oligarcas que se oponen a todo lo que haga la Revolución, que manipulan para amedrentar a la población, no deben engañar a nadie.
¡Con Chávez venceremos la crisis construyendo Socialismo!
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