Las autoridades regionales oligarcas electas en noviembre ya despliegan su plan, prometen que serán más eficaces que las autoridades bolivarianas, cacarean expandir la experiencia de Chacao. Esto ya lo intentó Irene y se estrelló contra la realidad nacional. El Este es una torre de marfil, algo así como las fantasías de los cuentos de Cabot, afuera las acecha el monstruo capitalista.
En el capitalismo, existen los Chacaos y simultáneamente tienen que existir los barrios pobres. Por cada Chacao deben existir mil Petares, porque la esencia del sistema capitalista es la desigualdad. El capitalismo es el sistema de la desigualdad, unos pocos son propietarios, viven en la opulencia, se apropian de las riquezas, del trabajo, de la vida de las grandes mayorías desposeídas, y las condenan a vivir en la miseria.
Esta desigualdad, donde unos son propietarios de los medios de producción y otros son desposeídos de los medios de producción, origina necesariamente desigualdad en la distribución de los bienes, en la calidad de la vida, en el acceso a los medios de vida.
Además, crea una cultura basada en el egoísmo que justifica, reproduce y perpetúa las desigualdades. Así la clase poseedora desprecia a las clases desposeídas, las clases desposeídas son sumisas.
Entonces, resolver la miseria, la pobreza, no es un asunto de buena voluntad o de mayor eficacia parcial, es un problema de sistema.
La Revolución es un movimiento profundo, radical, que busca ir a la raíz de la desigualdad, al cambio de las relaciones entre los humanos, las económicas y las espirituales. Esta es la única manera de acabar con la miseria, con la pobreza.
La Revolución siempre es más eficaz porque es una respuesta global, verdadera a la pobreza, basada en el amor, la fraternidad, en la solidaridad, pero también en profundos cambios en las relaciones económicas.
La respuesta capitalista es parcial, toca sólo la superficie, pueden acabar con la miseria en un área pequeña, y por un tiempo históricamente corto.
Debemos enfrentar a los oligarcas desde el planteamiento del Sistema. Demostrar que no pueden cumplir sus promesas, es imposible que el capitalismo resuelva los problemas de exclusión que le son inmanentes.
Demostrar que no es posible la felicidad de sólo segmentos de la sociedad, de zonas aisladas, que la suerte de los humildes depende de la suerte de la sociedad toda, los grandes problemas sociales sólo tienen soluciones sociales, nunca individuales o zonales.
Las autoridades revolucionarias regionales, deben ser eficaces, y esto sólo es posible en la medida que lo nacional impulse al Socialismo. En otras palabras, la eficacia regional está íntimamente ligada a la eficacia nacional que no es otra cosa que impulsar el Socialismo.
Allí otras serán las metas, otra la manera de medir la eficacia, otra la cultura de producción y de consumo, otra la conciencia, sólo con estos cambios podremos derrotar la inseguridad, elevaremos los niveles de educación, de alimentación, en resumen de felicidad de todos.
Esa es la diferencia: los oligarcas plantean engaños, los revolucionarios soluciones radicales.
¡Chávez es Socialismo!
¡La Enmienda es defensa de la Revolución!
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