Hoy nos levantaremos muy temprano, de madrugada casi, iremos al parque y caminaremos junto al Che que siempre llevamos en el corazón. Pensaremos:
¡Seremos como el Che, como Bolívar, Martí, Fidel, Fabricio, Chávez, Rosa Luxemburgo!
¿Qué une a estos hombres? ¿Por qué Fidel nos convoca a ser como ellos?
¿Qué tienen en común, en qué se parecen?
Un gran amor por los humildes, o mejor, un gran amor por la humanidad toda.
Luchar siempre aún en condiciones muy adversas, para ellos la causa nunca está pérdida, luchar siempre. El revolucionario no es derrotado, sólo pospone las victorias, ¡por ahora!
Aún después de Alegría del Pío, después del 4 de febrero, en abril, con votos y sin votos, luchar. Más allá de Dos Ríos, de la Moneda , de la Higuera … luchar.
Aún después de Alegría del Pío, después del 4 de febrero, en abril, con votos y sin votos, luchar. Más allá de Dos Ríos, de la Moneda , de la Higuera … luchar.
Tomar siempre la decisión correcta, aunque en ella les vaya la vida: liberar los esclavos, navegar en el Granma, atacar al cuartel de Goliat, cambiar el cómodo curul por el campamento guerrillero, hacer fecunda la prisión, frente al enemigo no hablar. Ir a Bolivia y también al Congo si es preciso.
Intentarlo siempre, aún por sobre los presagios de los heraldos negros, intentarlo. Salir dos, tres, miles de Expediciones de los Cayos, todas las que sean necesarias. Ir al Moncada, volver al Granma, a las Montañas de Trujillo, a Miraflores, irreverentes, buscando el amanecer siempre.
Dar la vida si es preciso. No regatearle nada a la causa de los pobres, luchar sin red de seguridad, sin cálculo egoísta, entregarse completo.
No negociar con la Revolución, no usarla como moneda de cambio, si la causa revolucionaria exige dejar la seguridad del techo que abriga, quedar en descampado, bajo el cielo estrellado que alberga los grandes sueños, si llega la hora de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, que los muertos entierren a sus muertos… cumplir.
Por la Revolución, por la causa de los humildes, ir al desierto solitario, luchar contra nosotros mismos, contra los demonios que nos habitan, y volver fortalecidos y triunfantes, convertidos en guerreros invencibles.
Estos son algunos de sus rasgos, de sus características comunes.
Hoy nos levantaremos muy temprano, de madrugada casi, iremos al parque, caminaremos junto al Che que siempre llevamos en el corazón, pensaremos…
Y nos iremos a cumplir con nuestro deber revolucionario, ir al combate que las circunstancias nos exigen.
Hoy la batalla es con las armas del voto, el fusil es el voto, el enemigo es la abstención, el número de votantes le dará calidad a la contienda.
Después del voto, volveremos con la satisfacción del deber cumplido, y nos habremos erguido un poco más combatientes. Estaremos mejor preparados para otros compromisos y otros combates.
No importa lo que pase, después muchos estarán es sus puestos esperando el llamado para seguir luchando con el Che en el corazón.
No importa lo que pase, después muchos estarán es sus puestos esperando el llamado para seguir luchando con el Che en el corazón.
¡Hoy con el Che y Chávez en el corazón!
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