La fragmentación es contrarrevolucionaria, tanto como la unidad es revolucionaria.
Las actitudes fragmentadoras tienen su origen en la ideología oligarca dominante. Los dominados atomizados son de fácil sometimiento, por el contrario, organizados, con Conciencia Social, están en el inicio del camino redentor.
Siendo así, la oligarquía hace todo lo posible por mantener a la sociedad fragmentada, tiene instituciones, ideologías, operadores al servicio de la fragmentación.
Una de los instrumentos más eficaces de la fragmentación son las elecciones regionales. Fueron construidas para el aislamiento, para anular cualquier proyecto social, cualquier visión nacional. Condenan a la población a la visión mezquina de su pequeño conuquito, la visión no va más allá de su Estado, o de su municipio.
Así, es posible lesionar un proyecto continental por la gobernación de un Estado pequeño.
No hay dudas, las regionales son instrumento oligarca, ya llegará el momento de modificar ese sistema de elección, y transformarlo en un evento integrador antes que fragmentador.
Por ahora, con esa institucionalidad heredada debemos arar.
Las elecciones regionales, tal como son ahora, privan a la Revolución de una de sus armas fundamentales: la visión de sociedad, el sentido de pertenencia a la sociedad, la convicción de pertenecer a la sociedad, a la humanidad, y el saber que todas las acciones que tomemos como individuos tienen repercusión en el resto de la sociedad, en la humanidad toda.
La visión universal es una de las fortalezas de la Revolución.
Es un error de gran magnitud caer en la trampa de confinar las elecciones regionales sólo a lo regional. Cuando un candidato a gobernador dice que es chavista, sólo porque Chávez le garantiza los recursos para su gestión, está desechando lo que tiene de grande, de trascendente el chavismo, y está reduciendo la contienda a un campo mezquino, donde el oligarca tiene oportunidad de competir.
Es en el plano nacional e internacional donde la oligarquía queda desarmada, no tiene nada que ofrecer, se le descubren falsas todas las promesas que hace en lo local. Si se es capitalista, si se está engarzada al imperio como lo está la oligarquía, entonces, no podrá resolver ninguno de los problemas locales, porque todos se derivan del capitalismo.
La inseguridad, el desempleo, los problemas de vivienda, salud, educación, todo se origina, tiene sus raíces, en el capitalismo.
La Revolución debe fortalecerse en lo ideológico, construir una propuesta: el Socialismo auténtico, el que la oligarquía no podrá imitar, y demostrar que sólo dentro de ese proyecto grande se podrán solucionar los problemas pequeños.
Cuando faltan pocos días para las elecciones, es necesario darle un impulso nacional a las elecciones locales.
Que bueno sería que todos nos agrupáramos alrededor de los candidatos del PSUV y del Comandante. La renuncia de los candidatos paralelos será muestra de la alta visión histórica de esos partidos, del abandono del pragmatismo.
Que bueno serían unos actos nacionales de reafirmación del proyecto revolucionario, y de demostración que el voto es local y también nacional.
¡Chávez es Esperanza Socialista!
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