13.10.08

EL DIA DESPUÉS DE LA HIGUERA

El día después de La Higuera, el mundo supo de la existencia de dos santos revolucionarios. Allí, ese día, nacieron El Che, Fidel y la gloriosa Revolución Cubana. La humanidad sorprendida conoció la historia de estos dos muchachos, libertadores de países: no conformes con lo hecho en Cuba, que ya les valdría con creces un lugar en el Olimpo, salieron a derrotar injusticias, volvieron al camino con sus adargas al brazo y sintieron bajo sus talones el costillar de Rocinante.
Algunos podrían objetar que Fidel no estuvo en La Higuera, no saben los incrédulos que Fidel y el Che son un monumento a la amistad que sólo surge entre los que luchan por causas nobles. No es posible imaginar a uno sin pensar en el otro.
El desprendimiento de Fidel, su grandeza en la humildad que es propia de los santos, de los hombres buenos, nos hizo conocer la inmensa altura alcanzada por el Che. Fidel el 18 de octubre de 1967, a poquísimos días de su caída en combate, nos decía:
"si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡que sean como el Che! Si queremos expresar cómo queremos que sean los hombre de las futuras generaciones, debemos decir ¡Que sean como el Che! Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debemos decir sin vacilación: ¡Queremos que se eduquen en el espíritu del Che! Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hombre que pertenece a los tiempos futuros, ¡de corazón digo: que ese modelo, sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es el Che! Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡Queremos que sean como el Che!" .
Era un santo decretando la inmortalidad de otro santo.
Fidel continúa diciendo:
…"esa sangre se derramó por todos los pueblos de América y se derramó por Vietnam, porque él allá, combatiendo contra las oligarquías, combatiendo contra el imperialismo, sabía que brindaba a Vietnam la más alta expresión de solidaridad".
Nos brinda así un concepto revolucionario: la más alta expresión de Solidaridad entre revolucionarios es combatir al imperio.
Fidel nos daba un mandato en oportunidad de recibir los restos mortales del Che en el monumento construido para albergarlos, decía:
"¿Cómo es posible que pueda caber bajo este memorial? ¿Cómo puede caber en esta plaza? ¿Cómo puede caber en nuestra amada pero pequeña isla? Sólo en el mundo que él soñó, por el que vivió y peleó hay suficiente espacio para él"
Previendo su muerte, el Che nos dijo:
…"en cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas".
El día después de La Higuera, debemos decir que somos oídos receptivos y manos tendidas luchando para construir el mundo que soñó el Che.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

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