17.10.08

LA DECISIÓN

En noviembre los venezolanos vamos a tomar una decisión que transciende la época y la geografía nacional. Vamos a unas elecciones regionales que sin dudas influirán en la vida de toda la humanidad.
En noviembre se enfrentan, no sólo unos candidatos locales que dirimen problemas locales, se enfrentan dos proyectos de sociedad, dos modelos de organizar al mundo. La Esperanza y la vida, contra la muerte y la extinción. El capitalismo en todas sus variantes y matices contra el Socialismo auténtico.
De allí que la decisión que tomemos como sociedad y como individuos, influirá en la marcha de la humanidad.
El sistema capitalista padece una profunda crisis. Se ha abierto una rendija que muestra su verdadera naturaleza perversa, ya sabemos que sirve para enriquecer a unos cuantos mientras condena a las grandes mayorías planetarias a la miseria, y amenaza seriamente con la extinción de la vida.
En Venezuela la Revolución, el Comandante Chávez, venían pronosticando esta situación. La crisis nos llega cuando somos unos de los países mejor preparados para enfrentarla. El Socialismo es la solución y aquí hemos avanzado en ese camino.
Gracias a que la crisis no nos toma por sorpresa, somos ahora un pueblo conocedor de los males del capitalismo y concientes de la solución: el Socialismo.
La crisis mundial nos coloca frente a una gran responsabilidad, tenemos la posibilidad y el deber de señalar el camino hacia el futuro, hacia la solución definitiva, hacia el Socialismo.
De aquí que la decisión de noviembre sea de inmensa trascendencia.
Votar por los candidatos del Socialismo, los del PSUV, los de Chávez, es apuntalar el proyecto que va a solucionar los problemas locales y al mismo tiempo mantener viva la Esperanza de un mundo viable, mejor, posible.
Votar por los candidatos capitalistas en todos sus matices, es votar por el hundimiento de la Patria. Ya sabemos lo que harán los candidatos de la oposición a Chávez:
Nos engarzarán al carro funesto del capitalismo mundial, su corazón y su bolsillo pertenecen al imperio.
Así un posible gobierno oligarca pondría nuestra economía al servicio del fraude de la economía de los países desarrollados. Nuestra riqueza servirá para sostener los bancos que quiebran, nuestro petróleo será despilfarrado por la industria de los países desarrollados. No les importará que el pueblo se sumerja de nuevo, como en la cuarta, en la miseria sin Esperanza.
El voto de noviembre decidirá el camino que esta sociedad marque al resto del mundo. En noviembre diremos que es posible un nuevo mundo y nosotros, concientes, estamos construyéndolo por encima de los errores y defectos, avanzando.
El voto de noviembre debe decir al mundo que somos dignos herederos de los libertadores, que somos un pueblo tallado para lo grande. Que ayer liberó un continente, señalo el camino de la independencia y hoy señala el camino de la salvación de la humanidad, el Socialismo.
¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!

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