Los teodoros son una especie de la fauna política cuya característica más sobresaliente es la envidia.
Forman parte de aquellos dirigentes de izquierda que, como buenos representantes de la pequeña burguesía, quisieron las glorias de la lucha revolucionaria, pero sin correr sus riesgos, siempre activaron con red de salvamento, con plan “B”, nunca resteados.
Al presentarse las primeras dificultades saltaron la talanquera y, después de algunas piruetas, cayeron en el campo que siempre adversaron: ahora son inteligencia de los oligarcas. Pero, como suele sucederle a estos saltarines, no tienen la conciencia tranquila.
No hay nada que los perturbe más que la consecuencia revolucionaria, contra ella descargan toda su perturbación de dirigentes fallidos.
La consecuencia revolucionaria se manifestó frente al reciente ataque de Exxon contra Venezuela, con la actitud digna en defensa de nuestra soberanía, del Comandante Chávez, del Ministro Ramírez y de Alí Rodríguez.
Y se manifestó también la frustración de los teodoros. Veamos.
Teodoro, en su medio de deformación al servicio de la oligarquía, regurgita toda su pequeñez de renegado. Como no tiene la grandeza para defender a la patria, pero tampoco tienen la valentía de defender a la trasnacional y al imperio, entonces asume la actitud de los tránsfugas vergonzantes. Es así que construye un ataque burlesco contra Ramírez y Rodríguez, evadiendo así ir al fondo del asunto: ¿está con la Exxon o está con la patria?
A este tipo de gente los caracteriza la ambigüedad, “no estuvieron” con el golpe de abril, pero su “tal cual” tituló con alegría cómplice, cuando aún no se sabía el destino del Comandante, “Chao Hugo”.
No se podía esperar otra cosa de la pequeña burguesía frustrada que, siempre timorata, no puede conseguir el favor de la historia. Se sienten preparados para lo grande, pero olvidan que las alturas están reservadas para los que corren riesgos.
Nosotros seguiremos enfrentando al imperio en su ataque a la patria que los teodoros niegan, como si el sabotaje petrolero y el embargo de la Exxon fuera una ficción de Ramírez, el golpe de abril un invento de Alí Rodríguez, y las declaraciones de Condolezza, Shannom y los militares del comando sur fueran producto de la imaginación de nuestros líderes.
Seguiremos en la organización política y social del Pueblo, creando zonas económicas socialistas, corrigiendo los errores donde quiera que estén, afinando la teoría revolucionaria, fortaleciendo las misiones, construyendo los lazos estratégicos, antiimperialistas y socialistas con los países hermanos.
Seguiremos enfrentando a los tránsfugas y a los reformistas, los de afuera y los de adentro, y cerramos filas al lado de los socialistas auténticos.
Estamos convencidos de la firmeza antiimperialista y socialista de nuestros dirigentes y del Comandante Chávez, aceptamos su liderazgo.
Allá los teodoros con su frustración, allá ellos con su conciencia que no los deja dormir.
Que rebuznen los perros que la Revolución , por sobre todo, seguirá su camino.
Que rebuznen los perros que la Revolución , por sobre todo, seguirá su camino.
¡Chávez es Socialismo!
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