El imperio, sabio en su agresión, no utiliza un ataque frontal y unilateral, eso no sería propio de su ingenio. Con el imperio nunca las cosas son lo que las apariencias indican.
El imperio tiene como objetivo truncar la Revolución Bolivariana y yugular el liderazgo del Comandante Chávez, no toleran el ejemplo ni soportan su liderazgo. En este empeño emplean todas sus fuerzas y artimañas.
Siendo así, tienen varios planes y varios operadores nacionales a su servicio. Veamos.
Siempre han usado y usan dos niveles, el cruento y el conciliador. Así fue en Abril, en aquel momento dieron el golpe, y cuando este falló entraron a operar los conciliadores llamando a diálogo.
Cuando el saboteo petrolero el asunto fue similar: violencia y llamados a la reconciliación cohabitaron sin ninguna vergüenza.
Hoy nos atacan con desabastecimiento, valdría la pena responder a quién benefició la agresión: si salió favorecido el capitalismo o si avanzamos hacia el Socialismo.
El capital aprovecha las crisis de desabastecimiento que él mismo creó para fortalecer el híbrido capitalsocialismo, construyendo la imagen de que el Socialismo es incapaz de resolver los problemas.
Nos ataca la Exxon, y la indignación popular ante la afrenta intenta llevarse hacia la conciliación, hacia la “unidad nacional frente a la agresión”, a la misma “unidad” boba que nos condenó el 23 de enero a cincuenta años de pacto de punto fijo. Se olvidan los que de esa forma le hacen el juego al imperio que éste nos ataca por nuestro carácter Socialista, y que son sus lacayos los que aquí proponen “unidad frente a la agresión”, a costa de truncar el camino al Socialismo.
Pensemos un poco: qué significaría un “bloque antiimperialista” con julio borges, luis giusti, con maría corina, ledesma y cabeza de motor, sería un sarcasmo y una ingenuidad.
El imperio ordena a Colombia hostilidad hacia nosotros, por eso la salida apresurada de Chávez como mediador y las declaraciones provocadoras de sus voceros militares. Persiguen crear una amenaza de guerra, todo es parte de su plan. Veamos.
Con todos estos ataques buscan crear una imagen de que el Socialismo es guerra e incapacidad, así siembran miedo y desasosiego en la población, clima propicio para el pacto que ya camina con buen pié en lo económico, y que ya personalidades del campo Bolivariano proponen sin ningún complejo.
Nosotros no debemos caer en este juego, es necesario desmontar la patraña.
Para eso es necesario en primer lugar informar a la masa, ir más allá de las apariencias, explicar el ataque combinado, cruento y conciliador.
Después, prepararnos frente a cualquier tipo de agresión de la única manera que eso es posible, profundizando el Socialismo. Frente a cada agresión, medidas socialistas.
Por último, amolar la Conciencia del Deber Social y fortalecer la organización política de la Revolución, hacer del PSUV una organización con capacidad de dirección sin complejos, que su dirección sea capaz de movilizarse, pero también, y más importante, movilizar al Pueblo a la discusión y a la acción.
¡Chávez es Socialismo!
¡Aquí no se rinde nadie!
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