Lo local sin lo universal es egoísmo, lo universal sin lo local es inutilidad. Sólo lo universal arraigado en lo local, es revolucionario.
La ideología de la pequeña burguesía, enemiga de la Revolución , postula el aislamiento de lo local, construyendo así terreno fértil para el egoísmo y la fragmentación social. Proponen consejos comunales enclaustrados, confinados a lo local, sin tejido social que forme estructura nacional, privándolos así de la visión general, de lo universal.
Lo local reducido a lo mezquino del entorno, sin contacto con lo universal, no es revolucionario, su visión y su acción serán siempre egoístas. Lo local en esas condiciones estará al servicio de la restauración y de la perpetuación del sistema capitalista, que se basa precisamente en ese egoísmo.
Al contrario, lo local estrechamente entrelazado con lo universal le da al hombre una visión integrada de su vida, comprensión de las relaciones de su entorno con las condiciones nacionales e internacionales y la convicción de que no hay solución aislada. Lo dota de recursos mentales para entenderse, ubicarse, adquirir conciencia, encontrar las verdaderas soluciones a sus problemas, colocar su energía en el cambio y no disiparla en lo inútil.
En resumen, lo eleva a la condición de ser humano, de ser revolucionario.
La Revolución Bolivariana se encuentra en una situación delicada: venimos de una derrota que hace necesario que cada paso esté precedido de un profundo examen ideológico y teórico.
Hoy nos preparamos para unas elecciones de gobernadores y alcaldes y es necesario estudiar a fondo la manera como las afrontamos. Veamos.
Si las aislamos de lo nacional y lo universal, transitaremos caminos de derrota. La idea de que la masa revolucionaria votará según se les resuelvan los problemas locales es errada, derrotista y despoja a la Revolución de su fuerza, que reside en la relación de lo local con lo universal.
Aquí nadie está votando sólo por lo local. Eso no sucede en época de Revolución, de confrontación entre Revolución y contrarrevolución que impregna a todos los niveles de la sociedad, la vida individual, de pareja, y también las votaciones locales. Los oligarcas votan contra Chávez hasta en la elección de la reina de un preescolar.
Replegarnos a lo local es castrar el campo revolucionario, fragmentarlo, dejarlo sin armas, sin cohesión estratégica, es una proposición contrarrevolucionaria.
La actitud revolucionaria es entrelazar estrechamente a lo local con lo universal, a la agresión de exxon con la escalera del barrio, a la inseguridad con los valores capitalistas, en definitiva, a Chávez y a la Revolución con el voto local.
La clave del triunfo de la Revolución está en que la masa entienda que lo que decidimos con el voto local está estrechamente relacionado con el destino de la humanidad, la Patria, de la Revolución y del Comandante.
Por sobre los errores, carencias y fallas, el voto debe proteger a Chávez, que es la única esperanza.
¡Hoy más que nunca, con Chávez siempre resteados!
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