En estos días la alimentación ocupa lugar principal en las discusiones. La oligarquía invoca desabastecimiento, y hacen campaña. Atribuyen a fallas del gobierno las dificultades con los alimentos, y los ministros se apresuran a dar explicaciones. Este es un buen tema para discutir en los Círculos de Estudio, y queremos dar algunas reflexiones.
Si examinamos el problema de los alimentos en su manifestación inmediata, es decir en el desabastecimiento de hoy, sólo obtendremos respuestas simples y superficiales que no nos permitirán darle soluciones de fondo, estructurales, perdurables. Por eso debemos intentar ir a las profundidades del fenómeno, abarcarlo en sus relaciones, en todos sus ángulos y, desde esa comprensión, enfrentarlo.
Muchos son los elementos del problema y varios los niveles, pero siempre al analizarlos nos encontramos en su origen al sistema capitalista. Toquemos algunos:
Nuestros hábitos alimenticios están cincelados por los intereses del lucro capitalista, es así que consumimos trigo en tierra de maíz, gaseosa en lugar del papelón, aguas con colorantes, etc., etc. Nuestra alimentación obedece más a los intereses del lucro empresarial privado, que a las normas de una nutrición sana.
Pero, donde el capitalismo muestra toda su perversidad es en el fenómeno alimentación a nivel mundial. Veamos.
Según datos de la FAO : En los últimos 50 años la producción mundial de alimentos ha aumentado de forma vertiginosa, incluso más que la tasa de la población mundial. Entre 1990 y 1997 la producción per cápita de alimentos creció casi un 25 %. Los datos constatan este crecimiento imparable: tomando como referencia el campo de la alimentación, en 2004 la cosecha de grano en todo el mundo alcanzó por primera vez la cifra de 2.049.000 millones de toneladas (un aumento del 9% respecto al año anterior).Pero a pesar de estos números, el hambre en el mundo también ha crecido hasta los 852 millones de personas. El problema del hambre, como fenómeno grave y generalizado, no se debe a la escasez de alimentos…
Lo que significa que la humanidad tiene la capacidad de producir alimentos para toda la población. Para muestra un ejemplo dramático: ¡La India, con millones de hambrientos, es el tercer productor de cereales del mundo! De estos datos vistos al vuelo, surge la pregunta ¿Si hay suficiente alimento por qué hay hambre?
La respuesta es una sola: el hambre se debe a la distribución capitalista egoísta de la riqueza socialmente producida, en este caso los alimentos. En esta área, como en ninguna otra, queda claramente evidenciado el carácter antisocial del capitalismo.
En Venezuela el problema alimenticio, el desabastecimiento, surge del enfrentamiento entre una economía socialista que pugna por nacer, impulsada por la Revolución Bolivariana , en choque con una distribución y producción capitalista que pugna por seguir con sus privilegios y su obtención de lucro por encima de la vida.
¡Sólo la profundización de la economía y la conciencia socialista resolverán el problema alimenticio nacional!
¡Sin Chávez no hay Socialismo y sin Socialismo no hay Chávez!
!MIERDA! !VIVA CHÁVEZ!
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