Las oportunidades para que una sociedad tome decisiones trascendentales no son frecuentes.
Una sociedad puede pasar muchos años, quizá siglos, viviendo como en un letargo donde un día se sucede a otro día igual, masticando una resignación que aburre, como llevada por un río que corre manso, no se sabe hacia donde. En resumen, una sociedad puede pasar muchos años sumida en lo pequeño.
Pero un día surge alguien y la convoca para lo grande, para la historia. Un día un grito, un gesto, una acción, la despierta de su vida fastidiada, se siente invitada a erguirse en lo mejor de su condición humana.
Y si responde afirmativamente, y si acepta el reto del vuelo alto, entonces ese día se transforma en vanguardia, en vela desplegada que conduce a la humanidad en busca del futuro, en ejemplo y rumbo.
Es así que la humanidad avanza, camina sobre las grandes decisiones que elevan a los pueblos a su condición de especie humana, capaz de destruir para construir.
Bolívar nos convocó a cruzar Los Andes y a transformarnos en Libertadores, aceptamos el reto y años después de Perú regresamos convertidos en gigantes, en pájaros celestes. Y la humanidad se transformó, tenía ahora a un Pueblo capaz de grandes batallas, de tomar decisiones trascendentes, de abrir caminos en la oscuridad.
Muchos años pasaron hasta el grito desgarrado y audaz del cuatro de febrero, ese día el Pueblo de Bolívar fue convocado y aceptó el reto, se rompió la penumbra que duraba siglos, y comenzamos a vivir, porque solo vive un Pueblo cuando construye nuevos mundos. Despertamos, desde ese momento un día no se parecía a otro, cada día avanzamos, tomamos decisiones, damos pasos.
Diez años y más han pasado, y este Pueblo heredero de tradiciones decorosas ha estado cien veces frente a situaciones definitorias: guiado por su instinto, su corazón y el Comandante, ha tomado cien veces decisiones acertadas.
Hoy estamos frente a la Reforma, son dos bloques, sesenta y nueve artículos que constituyen el campo de esta nueva batalla.
La Reforma a la Constitución del 99, que mejor debía llamarse entonación a la Constitución para acelerar la marcha por la construcción del Socialismo, ha despertado en la oligarquía inusitada iracundia.
Los revolucionarios debemos preguntarnos ¿Cuáles son los motivos que impulsan a estos escuálidos para aparecer hoy como defensores histéricos de la Constitución, cuando en abril intentaron asesinarla y asesinar al Comandante Chávez?
La respuesta es que aquí en Venezuela, una vez más en nuestra historia, se está decidiendo el destino del continente, lo que pase aquí influirá en la dominación oligarca en el resto del continente.
Si nosotros construimos una sociedad donde las oligarquías y sus privilegios groseros no tengan cabida, donde la oligarquía no pueda apoderarse del trabajo ni de la riqueza ajena, entonces el continente seguirá el ejemplo y la dominación oligarca y gringa berreará su réquiem.
De allí que para la oligarquía y sus amos cualquier excusa sea buena para embestir a la Revolución.
¡Defenderemos a Chávez y al Socialismo!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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