En los últimos días se ha desatado en el país una puja entre sectores sociales y el Estado. Debemos analizar esta situación que es una excelente radiografía de nuestro caminar hacia el Socialismo.
Lo primero que salta a la vista es que se trata de una puja por la renta petrolera, cada sector quiere más y más beneficios materiales, no apareciendo por ningún lado la conciencia social.
Esto es signo inequívoco de que seguimos siendo, no una sociedad integrada, sino una suma de egoísmos individuales o colectivos, en batalla constante por la búsqueda irreflexiva de beneficios materiales.
Estos pujadores no piensan en el resto de la sociedad que ahora está recibiendo beneficios que la sacaron de la vida prehistórica que llevaba, cada uno jala la braza para su pequeña parcela egoísta. No les importa la construcción del Socialismo.
Y cuando algunos avanzados en la conciencia revolucionaria plantean el Trabajo Voluntario, se produce el absurdo de compararlo con la ¡esclavitud!
En algo hemos fallado, algo está caminando mal que las cosas están así. Reflexionemos un poco.
No hemos podido, no hemos sabido sustituir la imagen del viejo Estado al servicio del capitalismo mundial, que tenía como objetivo de su acción el beneficio del capitalismo internacional, por la imagen del nuevo Estado Revolucionario encargado de dirigir la construcción de una sociedad, en la que la suerte de todos dependa de la suerte de cada uno, y la suerte de cada uno dependa de la suerte de la sociedad integrada.
No hemos podido, no hemos sabido sustituir la imagen del viejo Estado al servicio del capitalismo mundial, que tenía como objetivo de su acción el beneficio del capitalismo internacional, por la imagen del nuevo Estado Revolucionario encargado de dirigir la construcción de una sociedad, en la que la suerte de todos dependa de la suerte de cada uno, y la suerte de cada uno dependa de la suerte de la sociedad integrada.
Construimos simpatías sobre la base del estimulo material, nos olvidamos de los estímulos morales. La fiebre de cosas materiales revienta cualquier muro de sensatez y de ética, esta sociedad compra como nunca, batimos record en venta de automóviles, y de uso de tarjetas de crédito, los bancos participan de esa vorágine de compras suntuarias.
Se desprecia el sacrificio, todo debe ser cómodo y pagado, nos estamos volviendo una sociedad frágil, fácil presa de cualquier incentivo material y débil frente a la adversidad: la menor carestía de un producto es una tragedia nacional que explotan los oligarcas.
Pocos son los problemas enfrentados de forma social. Así, la inseguridad es un problema únicamente de la policía, en el que nosotros no tenemos otra participación que exigirla. Por ninguna parte aparecen los Consejos Comunales, Las Mesas, Los Comités de Salud, el PSUV, La Reserva, la sociedad organizada participando en la lucha contra la inseguridad.
Es urgente la creación de Medios de Producción Generadores de Conciencia Social, es decir, Medios de Propiedad Social. No podemos seguir estimulando formas de propiedad generadoras de conciencia egoísta capitalista, porque esa conciencia es la perdición de la Revolución.
Es inaplazable, apoyada en la Propiedad Social, una campaña intensa de formación de La Conciencia del Deber Social, una lucha a muerte contra los valores del egoísmo, un estímulo vehemente a los valores integradores de la sociedad. Es imprescindible una lucha frontal contra la ambigüedad en lo material y lo espiritual, es necesario profundizar el Socialismo.
¡Chávez es Socialismo!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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