El abogado Escarrá viene desplegando una treta publicitaria con todas las características de ser producida en un laboratorio de manipulación mediática gringo, de esos que diseñan revoluciones a la medida del cliente.
Se trata de una pieza de un plan de mayores proporciones que apenas se está desarrollando, por allí vienen otros componentes: guarimbas, manipulaciones mediáticas de la inseguridad, campaña de desprestigio contra los revolucionarios, etc. Veamos.
Escarrá reta al Presidente de la República a un debate, es una jugada de fina factura: si el Presidente de la República acepta, Escarra sube su “ranking”, y de entrada sale ganancioso. Pero si el Presidente no sale a cazar moscas, entonces Escarrá hará una alharaca mediática y algo ganará.
La propuesta tiene como excusa la necesidad de un “debate democrático”, pero, como vimos, eso es lo que menos busca el laboratorio Escarrá.
Ahora bien, nosotros aceptamos el debate propuesto, así sería un encuentro parejo. Discutiríamos de leyes y de política. Allí desmontaríamos todos los miedos sin fundamentos, que la oligarquía, representada por él, ha construido contra la reforma.
En el debate discutiríamos la propuesta de reforma como parte del camino al Socialismo, y discutiríamos el modelo Socialista Bolivariano enfrentado al modelo capitalista que Escarrá aboga.
Discutiríamos la reforma vista en su contexto, nosotros la defenderíamos como un paso hacia el futuro, y él intentaría bombardearla para regresarnos a la infamia.
Nosotros defenderíamos el derecho a decidir nuestro destino, y en ese empeño a equivocarnos mil veces y a rectificar mil veces. Él defendería el encadenamiento a los dictados del capitalismo mundial.
Nosotros defenderíamos los derechos democráticos de los ciudadanos, y por supuesto los del Comandante Chávez, de postularse a la presidencia cuantas veces quieran. Él defendería la necesidad de conculcar los derechos civiles y políticos de un hombre por el único delito de ser líder de su Pueblo.
En resumen, defenderíamos la reforma toda, es decir, todas las iniciativas que el gobierno revolucionario, que es alma, voz y acción del Pueblo humilde, ensaye, intentando construir unas relaciones humanas que rescaten la posibilidad de vivir en armonía.
Se podrían invitar a varios personajes para el debate, en él deben participar políticos que Escarrá dejó por fuera, como Julio Borges, por ejemplo, con él nos gustaría hablar de su participación en el golpe de abril, que abolió la Constitución que ahora dice defender, o su participación en el sabotaje petrolero, que costó a la sociedad sufrimientos y miles de millones de dólares, de esos mismos que él, en forma mezquina y anticristiana, ahora dice que regalamos cuando ayudamos a los pueblos pobres del mundo.
El reto está aceptado, tiene la palabra el doctor Escarrá, es la oportunidad de demostrar que su interés en discutir es legítimo, y que estamos equivocados cuando decimos que es una grosera treta de laboratorio mediático. Esperamos.
¡Chávez es Socialismo!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
¡A la Reforma, SÍ!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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