El vicepresidente Al Gore ganó el premio Nóbel por alertar sobre lo que Fidel tiene más de dos décadas proclamando y además presentando la solución.
Al Gore, el ahora flamante premio Nóbel, presenta el drama ecológico, el del calentamiento global, de forma brillante, pero aislada. Para Al Gore el desastre ecológico no tiene nada que ver con la esencia del capitalismo, es más bien un exceso corregible dentro del mismo capitalismo.
Fidel, nos hizo la misma alerta que Al Gore, y además la relaciona con la realidad y la historia del planeta, nos dice sus causas y nos propone la solución: un cambio drástico, radical, revolucionario, en la manera de consumir, producir y distribuir de la humanidad, lo que significa en otras palabras, construir el Socialismo. Sistema que restituye la relación armoniosa entre la humanidad y la naturaleza, de la única manera que eso es posible, restituyendo las relaciones armónicas, amorosas entre los humanos, acabando con la apropiación de la riqueza mundial por una pequeña fracción de la humanidad que escasamente llega al 20%.
Está claro que Fidel merecía el Nóbel desde hace tiempo, ese sí sería un serio reconocimiento en la lucha por salvar a la humanidad.
Pero dejemos de lado el otorgamiento del premio y vayamos un poco más allá.
El imperio ya no puede ocultar más el desastre ecológico que ha provocado. Las Naciones Unidas, el Grupo de los ocho, todos alarmados, denuncian el fenómeno, pero escamotean las causas, que no es otra que el capitalismo.
Buscan la solución al desastre ecológico, dentro del sistema que lo origina, en el fondo no buscan soluciones ¡hipócritas! Lo que buscan son salidas para el capitalismo, es decir, cómo hacer para perpetuar ese sistema malbaratador de los recursos planetarios y que esa conducta despilfarradora no tenga consecuencias nefastas. Ecuación sin solución que sólo acelera el camino hacia el abismo.
Ya nadie niega que la humanidad está en peligro inminente de extinción. Ahora la lucha es por tomar las medidas urgentes para corregir el rumbo, e impedir que el imperio en su locura continúe anteponiendo el interés del lucro capitalista al interés de la humanidad toda.
La humanidad, la vida sobre el planeta, están en peligro, y a nosotros aquí en Venezuela nos corresponde un papel importantísimo en la batalla por salvarla, este país tiene las condiciones materiales y espirituales para dar un ejemplo de que el nuevo mundo y el nuevo hombre que lo habite son posibles, que hay otro camino, que aún hay tiempo para salvar a la humanidad.
El Pueblo y su dirigencia deben tomar conciencia de la grandeza del reto que se nos presenta, superior al reto de 1810. Ahora se trata de la humanidad entera, o la salvamos, o por más premios y reconocimientos que se hagan, no conseguirán evitar que la humanidad se consuma en la pira del desequilibrio ecológico. Todos los bolivarianos debemos convertirnos en titanes luchadores de esta gesta.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Socialismo es humanidad!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
¡A la Reforma, SÍ!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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