Es indudable que estamos “en medio de una feroz lucha de clases”, ninguna Revolución puede escapar de esta condición, así que no debe preocuparnos, menos tratar de ocultarlo, o pensar que aceptarlo le hace daño a la Revolución. Al contrario, debemos afrontar esa realidad, discutirla a cielo abierto, dejar que todas las corrientes se expresen, esa es la única manera de fortalecer a la Revolución.
Pero, surge una pregunta:
¿Cómo saber quién tiene la razón, cómo enfrentar la discusión, cuál es el camino, dónde está el criterio de verdad?
Decía un clásico revolucionario que:
“Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento”.
Sabias palabras de un hombre sabio, es la práctica, es decir, la objetividad, la realidad, la que tiene la última palabra.
En la Unión Soviética a los que propusieron un híbrido capitalismo-Socialismo la realidad se les apareció un día con el capitalismo salvaje bajo el brazo, y dio punto final a la discusión comenzada años antes y que tanto sufrimientos y muertes había arrastrado.
En Cuba la historia fue diferente, el Che se enfrentó con valentía a la idea del híbrido, impulsó al “sistema presupuestario de financiamiento,” nos dijo que es la conciencia del deber social, la integración de la sociedad, el objetivo de toda Revolución Socialista. Allí se discutió abundante y fuerte, de esta manera se pudo cavar trincheras de ideas y de conciencia que hicieron posible la resistencia a la impensable adversidad de la caída de la Unión Soviética.
Hoy el Comandante Chávez plantea, dentro de la revolución, una discusión referente al Socialismo, debemos proteger este debate que ya sabemos vital para la búsqueda del camino verdadero.
Lo primero es recordar las palabras del Che, cuando nos dice: si una idea se debe combatir a palo, esa idea nos ganó la batalla. Quiere decir que la discusión debe ser batalla de argumentos, en ella no debemos usar otras armas, eso mataría la Revolución.
Lo segundo, entender que es la práctica la que al final nos dirá si un argumento es verdadero, si es correcto.
Y en la búsqueda del veredicto de la práctica, es la historia la gran maestra, allí están las enseñanzas que guían el camino que hoy transitamos.
Debemos estudiarlas con seriedad, con rigor, combatir a quien las deforma, las califica a la ligera, saca conclusiones sin fundamento, oculta realidades y crea ficciones, porque de esa manera nos privan del beneficio de la práctica histórica.
Tercero, aprender de nuestra práctica, detectar temprano las señales que nos manda, aceptar su veredicto, aprender con rapidez de nuestros fracasos y nuestros éxitos.
Por último, entender que toda discusión revolucionaria tiene como fin la modificación de la realidad, la modificación de la práctica, porque es en la práctica diaria, en el trabajo, en la producción, donde el hombre se hace Socialista, adquiere conocimientos Socialistas.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario