12.7.07

NECESIDADES, CONSUMO Y REVOLUCIÓN

Un sistema social se instala en la psiquis social a través de las necesidades que crea, es decir, las necesidades son profundas huellas del sistema social en la psiquis social. Ellas impulsan el movimiento social. Siendo así, el conjunto de necesidades determinará el carácter de un sistema social. Veamos.
El capitalismo se sustenta en un sistema de necesidades artificiales que motoriza su esencia: el consumo desmedido y desordenado. Esta locura consumista produce un planeta donde un 20% consume el 80% de la energía, de las materias primas, de los alimentos. Y el 80% de los habitantes tiene que medio vivir con el 20% de esa energía, de esas materias primas y de esos alimentos. Una desigualdad brutal.
Pero lo más importante, peligroso y lamentable es que el hombre del capitalismo ha sido transformado en una patológica máquina de consumo inane, que ha perdido su humanidad en el altar del consumismo. Este es un mal que abarca a todo el sistema capitalista, vale decir, a todo el planeta, desde China, Brasil, hasta el último rincón del Peloponeso.
Podemos deducir que el daño inmenso que el capitalismo le hace al humano y al planeta es perpetrado a través de las necesidades.
De aquí que una de las grandes tareas de una Revolución es la transformación radical, extremista, maximalista del esquema de necesidades, y este cambio comienza con el cambio radical del consumo.
La humanidad se dirige, por obra del desquiciado consumo capitalista, hacia la extinción. La devastación de los bosques, el deshielo Polar, la contaminación de los mares, el superávit de alimentos y simultáneamente los elevados niveles de hambre mundial, son indicativos de ese camino fatal.
Es necesario racionalizar el consumo, es necesario que la humanidad deje de ver el consumo como un asunto individual y lo considere un proyecto social, que debe ser planificado con miras al beneficio social y no de fracciones antisociales.
Este cambio en el consumo sólo es posible con un cambio profundo en toda la sociedad, en la producción: en qué, cómo y cuándo producir. En la distribución, que sólo así puede pasar a ser equitativa.
Este cambio en las necesidades implica un profundo cambio cultural. La vieja cultura, cultura del egoísmo, de las soluciones individuales, de la valorización del individuo en antagonismo con la sociedad, debe ser sustituida por la cultura de la sociedad como territorio indispensable para la realización de lo individual, de la alianza cooperativa de sociedad e individuo.
Sólo en el Socialismo se pueden dar estos cambios, o mejor, el Socialismo es estos cambios. Por eso, la responsabilidad nuestra de construir el Socialismo, de demostrar que es posible ahora, es una responsabilidad con la humanidad toda. Los ojos del mundo están puestos sobre nuestra esperanza, no podemos fallar en la construcción de la solución Socialista.
Hoy más que nunca el lema: Patria, Socialismo o muerte tiene vigencia. Si no construimos Socialismo, una nube oscura de muerte cubrirá el planeta.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Socialismo es la Esperanza!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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