26.4.07

¡MOVILIZACIÓN PERMANENTE!

La hegemonía cultural de la dominación está fijada en el alma del dominado con escarpias monstruosas.

La oligarquía emplea muchísimos esfuerzos para cincelar en la sociedad, de manera paciente y meticulosa, la conducta que permite la perpetuación del sistema. Todas las acciones sociales, desde la ciencia hasta la política, la música, la religión, todo está impregnado de las cadenas que nos atan al sistema.

Por supuesto, la política por ser esencia de la dominación, está fuertemente marcada por las conductas que reproducen al sistema. De allí que una de las tareas vitales de la Revolución es romper estos moldes de opresión. Expliquemos.

El sistema electoral fue el hilo de la tela de araña dominadora oligarca. Alrededor de las elecciones se construyó la política:

Se formaron partidos para las elecciones, la eficacia se medía por el número de votos que proporcionaba. Las acciones se tomaban con la vista en las elecciones, si daba votos era bueno, si restaba votos era malo, todo lo regían las encuestas y la publicidad.

Así, a la voluntad popular la convirtieron en retazos individuales egoístas que se expresaban sólo tras un biombo, meras manifestaciones aisladas. Con esa argucia pretendieron privar al hombre de su condición de ser social, lo despojaron de la hermosa condición humana de agruparse hombro a hombro para conseguir un objetivo.

¡El hombre aislado de otros hombres es inofensivo! Esa fue la gran conquista de la oligarquía sobre el Pueblo, aislarnos en fragmentos. Ese fue el logro de la manera oligarca de hacer política.

Ahora bien, esa manera oligarca de hacer política, de medir los actos, nos habita, todos nos hemos formado en un ambiente fuertemente embebido de esos valores. Por esta razón, erradicar esa espiritualidad es una tarea conciente. Todos los días debemos detectar, y extirpar la forma política oligarca que intenta renacer, expresarse dentro de la Revolución y en nosotros mismos.

El mejor antídoto contra este narcótico es la movilización de la masas, de forma conciente, informada, alrededor de objetivos políticos altruistas. Movilización y organización permanente debe ser la consigna.

No podemos caer en la tentación de sustituir la movilización por declaraciones de los funcionarios, ni por avisos de prensa, ni cuñas de televisión, nada debe sustituir a la movilización popular.

Cada problema político debe ser evaluado a través del cristal de la movilización. Valgan ejemplos:

La grosera libertad de Posada Carriles que sin duda es una afrenta para nuestro país y para todos los hombres honestos del planeta, tuvo una respuesta en la digna postura de nuestros funcionarios, pero no hubo movilización del pueblo, no supimos transformar esa afrenta en popular indignación antiimperialista.

Hoy frente a la agresión terrorista a la embajada de Bolivia deberíamos manifestar masivamente contra el terrorismo y en apoyo a nuestra política internacional.

La política oligarca tuvo una consecuencia: los dirigentes crearon su propio mundo y se aislaron del mundo de las masas, razón de más para luchar contra ella.

¡Movilizando se forma la Conciencia Socialista!

¡Chávez es Socialismo!

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