27.4.07

LLEGÓ LA HORA DE LOS OBREROS Y DE SU IDEOLOGÍA

En Venezuela los clarines llaman a grandeza. Los aires de abril de 1810 soplan de nuevo sobre la Patria. Es hora de fundar mundos.
No son tiempos mezquinos, es la hora de los bravos que aman a la humanidad.
Pocas veces en siglos se presentan estos momentos trascendentes, la Patria vivió uno de estos relámpagos históricos en los días de su fundación: “trescientos años de calma no bastan”, “si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca” “Españoles y Canarios contad con la muerte aun siendo indiferentes. Fueron gritos que iluminaron el camino de la fundación de las naciones bolivarianas.
Hoy aquí, vivimos, sentimos, que la brisa arrecia hasta convertirse en huracán fundacional.
Esta etapa del camino que se inicia la madrugada del 4 de febrero de 1992 nos ha llevado a posibilidades de construir el nuevo mundo que sirva de ejemplo al resto de la humanidad.
Sabemos, se ha dicho muchas veces, que el camino del capitalismo es el camino del infierno, y también sabemos y sentimos que nosotros tenemos la posibilidad de superarlo, dando nuevos aires vitales al Proyecto Socialista Mundial.
Son momentos de audacia, como los de abril de 1810, o febrero de 1992. Tenemos que actuar con grandeza y desechar las intenciones morigeradoras.
En esta hora los obreros tenemos un papel estelar e insustituible, pero al mismo tiempo reclama despojarnos del economicismo que durante tantos años nos sirvió para resistir los embates de la oligarquía depredadora.
Ya no se trata de arrancarle migajas al capital, la meta no es la reivindicación pequeña. Ahora los obreros estamos frente a la responsabilidad de timonear la liberación de la sociedad toda, de fundar un mundo donde la fuerza de trabajo deje de ser una mercancía y se transforme en fuente de elevación del humano, donde el trabajo deje de ser una compulsión para ser actividad de realización humana.
Y a ese sueño no se podría llegar sin la ideología de la clase obrera que ya anida en el corazón de la Revolución Bolivariana: está en las Misiones, en la Misión Che Guevara, en la Misión Milagro, en Mercal, acciones todas guiadas por el ideal de sustituir la espiritualidad capitalista.
Nos falta mucho aun, el camino se dificulta más a cada paso, cada minuto reclama más disciplina, organización, grandeza, planificación, y esas son las cualidades resaltantes de la clase obrera, la Revolución las necesita.
La Revolución requiere de una Clase Obrera reencontrada con su papel histórico, que contribuya a la consolidación de las nuevas relaciones de propiedad social de los medios de producción, que deseche los cantos de sirena de las formas antisociales de propiedad, que irradie sobre el resto de la nación su ejemplo de conciencia del deber social, y que eduque en el trabajo voluntario, en el internacionalismo. Clase motora de la nueva moral y de las nuevas luces, ariete en el combate contra las desviaciones.
¡Chávez y la clase obrera son Socialismo!

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