3.7.06

MISCELÁNEAS 12

1. Si quisiéramos buscar un nombre sustituto al capitalismo, este sería privadismo, es un sinónimo perfecto. Nos da una idea de la esencia del capitalismo.
2. El capitalismo es la ilusión de que los problemas fundamentales de la sociedad se pueden resolver de manera individual, desde lo privado. Siendo así, la sociedad es fragmentada en una serie de tensiones individuales, cada uno de la manera más egoísta posible busca resolver sus problemas, y la suma de esos intereses individuales produce un remedo de sociedad, cuando en realidad es una guerra de todos contra todos.
3. Entonces, la buena marcha hacia el Socialismo tiene que ser aquella que resuelva los problemas de manera social. Y unos pasos errados serían aquellos que pretendan resolver los problemas dentro del privadismo.
4. En el país se enfrentan varios proyectos sociales, las elecciones son un escenario más para esta confrontación. Puede ser que el imperio decida que alguno de sus lacayos participe en la consulta, sin embargo, nunca abandonará otras vías y continuará la planificación de infamias contra la Revolución Bolivariana. En cualquier caso la confrontación seguirá siendo la misma, el pueblo humilde luchando por su redención, y el imperio insistente en su objetivo, derrocar al Comandante Chávez, sólo cambiara el escenario y su decorado. De allí que más allá de la apariencia electoral debemos estudiar la esencia de los proyectos que se enfrentan, de está manera tendremos capacidad de entender los vaivenes de la lucha, y comprenderemos los diferentes escenarios.
5. Simón Bolívar, con su genialidad, construyó una propuesta unitaria correcta. Supo el Libertador con el decreto de Trujillo 1813, delimitar los campos en pugnas: o se está con la independencia, o se está contra ella, así quedaron definidos los bandos. De esta manera la independencia marca los perfiles de la unidad bolivariana: con independentista todo, con monárquicos nada. Por tanto, la unidad es determinada por objetivos transcendentes, y definitorios. La unidad no se hace sacrificando objetivos estratégicos.
6. Estamos, sin duda, en la última etapa del proceso: o tomamos el rumbo definitivo hacia la Revolución socialista, o nos despeñamos por el abismo de la restauración fascista. La Revolución, bajo la certera conducción del Comandante Chávez, ha dado muestras de tino para sortear con éxito todas las etapas que la historia difícil nos ha planteado. Estamos seguros que hoy sabremos poner en el escenario la cierta ideología revolucionaria, y tomar definitivamente el rumbo socialista.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Chávez es Socialismo!

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