La derrota, el fracaso, es una
navegación, un rumbo. No ocurre de súbito, no es un hecho fulminante, se
desliza como un reptil herido. Va dejando huellas y se anuncia con claras
señales que paradójicamente no son percibidas por los responsables de la
travesía, estos se encuentran siempre bajo la cubierta, ocupándose de lo
trivial, de los detalles y no de la causa que los origina.
La
derrota no está en los molinos sino en el viento que los mueve. En medio de la vorágine el Comandante conoció esta verdad.
Víctor Hugo le trajo la experiencia de la Revolución Francesa fracasada, su
último aliento fue luchar contra el viento.
Es
así, la derrota es un asunto de vientos y no de molinos.
Son
previsibles y por eso evitables. El Che advirtió, veinte años antes, la caída
del coloso soviético. Los escépticos miraron a la luna y vieron naves
siderales. ¿Cómo va a caer quien va al espacio? dijeron. Siguieron distraídos
en sus excitaciones cotidianas… y un día, tal como estaba profetizado, el
coloso cayó como caen los ladrillos de un muro.
Entonces
se habló de adivinos, de olfatos desarrollados capaces de oler a veinte años de
distancia, sin embargo, allí no está la respuesta. El secreto de la profecía
está en ver el movimiento, el desarrollo de las acciones, de las
contradicciones y sus consecuencias: una semilla cabe en un bolsillo, sembrada
dará origen a un inmenso vegetal, a un roble, por ejemplo. Así, cuando vemos
una semilla debemos percibir su futuro: será roble, será eucalipto, pero no
esperemos un elefante. La respuesta está en la ciencia, en la teoría, en la
historia.
La
derrota es evitable. Con la rectificación se puede revertir la fatalidad. Los
procesos que tienen capacidad de enmienda se mantienen. Podríamos decir que
Revolución es sinónimo de rectificación, es un constante corregir.
Las
derrotas no recapacitan, son tenaces, se dan cabezazos contra la pared de la
realidad, después la historia se asombra de que aquella falla no haya sido
corregida. ¿Por qué Allende se quedó en La Moneda y no fue a la clandestinidad?
Su fidelidad absurda con la legalidad burguesa se lo impidió. ¿Por qué los
sandinistas fueron a elecciones en plena guerra? ¿Por qué la Unión Soviética
insiste en las armas melladas del capitalismo? Muchas historias y en el fondo
de todas no hay rectificación, hay ceguera.
Hoy
entre nosotros se impone un período de rectificación, pararnos unas horas,
meditar, reflexionar, pensar lo andado, los errores cometidos, para diagnosticar
la realidad, encontrar las causas originarias de las fallas y tomar las medidas
que conduzcan al futuro. En esas horas tranquilas la acción se
calma y las ideas espantadas por el tornado regresan a las mentes. Esas horas
no son perdidas, son fecundas, sin ellas no es posible avanzar. Toda Revolución
triunfante supone horas de esta tranquilidad, de conticinio. Seguro, la
Revolución se decide en esas horas tranquilas que dan sentido a la acción, sin
ellas, en medio de remolinos estériles, las Revoluciones sucumben.
¡Con
Chávez, con Maduro!
5 comentarios:
Como siempre, un buen análisis de lo que hay que hacer. Salir del letargo de la depresión, del mareo del ultimo round, del ímpetu desordenado de la revancha y buscar en modo colectivo, olfatear como jauría de caza todas las fisuras, y solo después de eso sentarse a coser las velas rasgadas para continuar navegando. Eso si en equipo, con humildad y con desprendimiento, escuchando la voz unificada del equipo en el guía.
Patricio Gallardo
La Humildad y Sabiduría son indispensables.
Contextualizando y Reparafraseando a Simón Rodríguez:
!Inventamos y erramos!, sino como aprendemos.
Es precisamente en el reconocimiento y la rectificación del error que afinamos la puntería, así es como ganamos confianza para atrevernos.
El error que se niega se paga caro, sobre todo cuando se mete debajo de la alfombra, éste tiene la propiedad de crecer con el tiempo, es como una bola de nieve precipitándose por una pendiente.
Por el contrario, cuando lo vemos y lo aceptamos, nos brinda mil oportunidades y opciones para ser creativos, para considerar nuevos puntos de vista, para proponer más opciones y alternativas.
Desconfía de quién te dice que nunca se ha equivocado!
Excelente lógica, desde mi pespectivas ganamos este proceso de elecciones, mas sin embargo perdimos debido a que muchas personas no tienen bien definidos sus ideales revolucionarios, solo están viendo sus beneficios personales. Pero tambien están los que se han desepcionado de una u otra forma por que nuestras fiLas hay muchas personas burocatras eso! Hay que erradicarlo pero ya. Eficiencia o nada!
Tienes toda la razon Alvin. 20 puntos.
¡saludos camaradas!
Consecuente con la publicación de
Antonio200, me pregunto:
¿Dónde están esos revolucionarios
con poder de decisión que haran
la reflexion y posterior
rectificación para la salvación
de este hermoso proceso
revolucionario? En Lara, a pesar
del rechazo de las bases,
Reyes Reyes lo imponen como
candidato y perdie, luego
lo hacen coordinador
Comando Hugo Chavez y
hace que Maduro pierda en Lara.
¿Quién le pone la cascabel
al gato?
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