1.8.12

LOS DOS MUNDOS (Miércoles 01-08-2012)


La oligarquía vive dos mundos políticos: el electoral burgués, el otro, la agresión burguesa. Los dos corren paralelos, uno nos hipnotiza, el otro nos conduce al cadalso. Veamos.
El mundo electoral es determinado por la ficción, similar a una novela, o a un reality show. Transcurre por capítulos, tiene todas las características de un amor de Delia Fiallo, se parece al "derecho de nacer": amores no correspondidos, promesas falsas, falsificación de descendencias, y todo ocurre por capítulos que van causando intriga y distrayendo.
Este mundo de ficción va insinuando al otro mundo, al que actúa sobre la realidad, el mundo de la agresión. Los majunches no aceptan los resultados, desde ya acusan fraude, los voceros del imperio desconocen por anticipado el resultado electoral, de esta manera desconocen el triunfo de Chávez que saben seguro, tienen encuestas muy serias en sus manos.
No hay dudas, la agresión es inevitable, el imperio, al que no hay que creer ni tantico así, entra en la recta final de sus elecciones. En ellas Chávez, la Revolución Bolivariana , nosotros, somos tema central. Los votos de Florida son importantes y piden la cabeza de Chávez. Obama dice que con Chávez no hay peligro, busca aliviar presión, actuar cuando le sea más conveniente. El otro candidato de la derecha pide agresión inmediata para evitar la subida de obama en las encuestas que produciría un ataque a Venezuela.
Los dos bandos oligarcas tienen divergencias en la manera y el momento de atacarnos. Recordemos que a los gringos no hay que creerles ni tantico así.
Entre los chavistas es unánime la convicción de que se prepara un ataque, de que no reconocerán los resultados, pero inexplicablemente seguimos viviendo en el mundo de ficción de las elecciones burguesas. Allí peleamos con el embaucador del pueblo, le respondemos sus tonterías, mostramos nuestros números, pensamos consignas, hacemos afiches, nuestros programas de televisión y radio giran alrededor de las bolserías del majunche. Todo dentro de la lógica de ellos. Nos comportamos como si se tratara de una elección en Suiza, nos contentamos con las encuestas, como si de una elección de liceo se tratara.
 Casados con la legalidad burguesa (que ellos no respetan), nos olvidamos que la burguesía rompe su legalidad cuando esta no le favorece. Ese momento no debe tomarnos por sorpresa, como sucedió con Allende. Tenemos el deber de defender la esperanza socialista.
Es un error quedarnos clavados en lo electoral. Las elecciones deben ser motivo para hacer todo lo que hay que hacer para ganarlas. Perfecto, pero simultáneamente deben ser ocasión para preparar al pueblo, informarlo, emocionarlo, organizarlo, darle razones sagradas por las cuales luchar. Esa es la única manera de disuadir a la agresión.
Es así, las elecciones deben asumirse como una batalla pregolpe, en ellas necesitamos sacar diez millones, ese será un triunfo indispensable, pero sin perder de vista que luego los oligarcas intentarán embestida, y esta no se derrota con espontaneísmos, sino con pueblo organizado, jerarquizado, apasionado por la causa que defiende.
¡Con Chávez!

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