Cuando en las
campañas electorales oligarcas se enfrentan la Revolución y el fascismo, la
burguesía se comporta como en un mundo sin reglas, de ella se puede esperar
todo, cualquier triquiñuela es posible. Si en las elecciones hay posibilidades
de triunfo de los sectores revolucionarios, si la participación de estos deja
de ser un mero adorno, entonces la contienda se perturba, pierde su
"normalidad", se transforma en fase de una confrontación que tiene
como inicio un proceso de enloquecimiento de la base burguesa. Las mentiras,
las manipulaciones, la llevan a territorios de esquizofrenia total. Se prepara
el zarpazo. Veamos.
El candidato oligarca denuncia que lo siguen los
cuerpos de seguridad. El Ministro del Interior responde que es cierto, lo
siguen para darle la protección que su comando solicitó. El jefe del comando,
el inefable briquet, confirma lo dicho por el Ministro: deja la manipulación al
descubierto, pero a las horas se retracta y dice: "seguimiento no es
seguridad". Piden guardias y después acusan. Este hecho, aunque
insignificante, nos indica la torpe pero masiva manipulación.
Es inaudito que el candidato no reconozca al árbitro
electoral. Primero pretendían que Chávez se diera un autogolpe al firmar un
pacto por fuera de la Constitución , después cuando el CNE propone el acuerdo,
ellos, ambiguos, marulleros, mantienen su desconocimiento de las leyes,
claramente se sitúan en la vía golpista.
Si a esto sumamos la ofensiva contra la Fuerza Armada
, las cuñas mentirosas, los escritos de sus columnistas, los ataques a la
hermana Cuba y, sobre todo, las medidas y acusaciones perfectamente coordinadas
de los gringos contra nuestros Generales, repetidas como muñecos de
ventrílocuos por los voceros, caeremos en cuenta de que el paisaje va tomando
forma: sin dudas vamos directo a una confrontación, los oligarcas se comportan
más como en los preludios de abril que como un movimiento electoral.
En estas condiciones, con el golpe cantado, sería
imperdonable que la dirección de la Revolución se conforme con el retruécano,
con la respuesta ingeniosa a la candidatura de capriles. Es inexplicable que
desarrollemos una propaganda electoral como si de una elección normal se
tratara, y además fuera de la confrontación real. El enemigo ataca a la
Fuerza Armada , miente, no reconoce al CNE, y nosotros respondemos con cuñas de
muchachos con sonrisa de dentífrico diciendo que tenemos "el mejor clima
de América Latina", o la mayor igualdad, mientras, la manipulación pasa.
Si no tomamos nuestra propaganda como parte de las
acciones antigolpe, si no interiorizamos que el golpe avanza, y seguimos como
si esto fuera un torneo entre caballeros, como en el cuento de Monterroso, una
madrugada despertaremos y el fascismo estará allí, instalado.
Es necesario prepararnos, organizarnos, informar, que
cada organismo y cada militante sepa qué hacer. No podemos dejarnos neutralizar
por las redes de lo espontáneo, de la fragmentación. Es necesaria la
preparación de la defensa. Ahora un 13 de abril organizado debe preceder al
11, no hay lugar para la improvisación
¡Con Chávez resteaos!
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prueba
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