Una gran ventaja del Socialismo es conseguir sumar en un solo impulso las fuerzas individuales, acordar a la sociedad en un solo propósito. Se desata así una energía desconocida por la humanidad hasta ese momento, ningún otro sistema puede liberar esa fuerza, ni siquiera se lo propone.
El Socialismo se realiza cuando la sociedad toma cuenta de su dirección, de su destino, planifica su esfuerzo y dirige su voluntad hacia objetivos comunes.
El consumo y la producción son planificados conscientemente, se combaten de esta manera el despilfarro individual y el despilfarro social, y la anarquía en la producción y en el consumo.
Entonces, el reto fundamental del Socialismo es transformar la sociedad capitalista, individualista, egoísta, despilfarradora, sin concierto ninguno, anárquica en el consumo, irresponsable en la producción, en una sociedad Socialista, es decir, racional, cuerda, conciente de su responsabilidad con la humanidad, con el planeta, consigo misma y con sus hijos.
Este reto es particularmente importante para la Revolución Bolivariana. Veamos.
Nosotros, la sociedad venezolana, y hay que decirlo con valentía, fuimos acostumbrados a una conducta injusta, inicua, que nos hizo fácil presa del despojo imperial. Nos daban migajas, nos prometían estrellas, nos manipulaban el alma, nos sembraron una conducta de nuevo rico, nos deformaron la visión del mundo.
De esta manera ellos se llevaban la riqueza y a nuestra sociedad le dejaban los mismos espejitos con los que engañaron a los indígenas. No había oposición, estábamos embriagados de consumo, unos consumían y otros pugnaban por consumir… bisuterías.
Ahora tenemos el reto de convertirnos en una sociedad viable, ejemplo para el mundo de una nueva manera de vivir, de relacionarse los humanos entre sí y con su entorno. Este reto no es un capricho, se trata de la sobrevivencia de la especie, si la humanidad no cambia la manera de vivir capitalista, le espera, sin lugar a dudas, la extinción. Ya sabemos que el planeta bajo la tutela capitalista va camino al infierno.
En esta vía que se propone la Revolución Bolivariana, que nos proponemos los venezolanos, el primer paso es darnos cuenta de cómo somos, hacernos concientes de nosotros mismos, vernos en un espejo.
Estudiemos un poco nuestro comportamiento en las vacaciones:
Nos dicen las autoridades que en los pocos días de vacaciones de Carnaval se estiman en 15 millones de personas las desplazadas hacia los puntos turísticos, y los miles que se activan para cuidarlos. Todo este éxodo de vacaciones significa un gasto enorme para la sociedad. Calculemos cuántos litros de gasolina se despilfarran en las colas, cuánto se desgata el parque automotor, cuantas horas se deja de trabajar, etc.
Si fuese una vez al año merecería un estudio, ahora, si esto se repite varias veces en el año, el estudio toma características de dramática emergencia.
Hoy proponemos el problema sólo para la reflexión. Cuando nosotros como sociedad racionalicemos el ocio despilfarrador, lo transformemos en ocio creador, ese día podemos decir que esta sociedad está caminando decidida hacia su redención, se está desintoxicando.
¡La planificación es Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!
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