23.9.08

CIELO ENCAPOTADO

El cielo encapotado anuncia tempestad, oligarcas temblad, viva la Libertad. Esta estrofa del Himno de la Federación , ilustra muy bien la situación mundial y nacional: se aproximan tiempos de tempestad, de definición, hay inmensas posibilidades revolucionarias, el imperio está en crisis.
La burbuja financiera especulativa ha estallado en el sector inmobiliario y arrastra a la economía imperial a uno de sus más profundos abismos de bancarrota. El Estado imperial se ha visto en la necesidad de intervenir su mercado inyectándole cientos de miles de millones de dólares, esto nos da una idea de la profundidad de la crisis. El resto del mundo entra en pánico, los temblores financieros se sienten desde el Asia hasta Brasil.
Esta crisis presagia una recesión que se extenderá al resto del planeta, traerá disminución del consumo de petróleo y baja en su precio, aumento del desempleo, baja en el consumo y la producción.
La América Latina se verá afectada. Brasil ya muestra su preocupación. Las remesas de dólares hacia los países de Centro América se afectarán fuertemente. Las exportaciones del continente disminuirán, los préstamos se reducirán drásticamente, los precios de los alimentos aumentarán. En resumen, la economía mundial se está desplomando, y sus escombros caerán sobre Sur América.
La economía Venezolana se alterará profundamente, los ingresos disminuirán y los precios de las importaciones aumentarán, a los factores propios de nuestra dinámica se suman los factores externos que surgen de la situación mundial. No hay duda, entramos en tiempos de crisis.
El intento de golpe recientemente develado, las raíces profundas del plan desestabilizador, es signo inequívoco de la crisis, que las elecciones regionales no han conseguido amainar, y que todavía no se ha desarrollado en toda su magnitud.
¿Qué debemos hacer los revolucionarios?
Lo primero, aceptar que el cielo encapotado anuncia una crisis de grandes proporciones, por lo tanto hay que tomar medidas urgentes para resistir sus embates.
Previo a las medidas debemos estudiar la crisis, de su correcta caracterización dependerá que podamos guiarla hacia salidas revolucionarias, aprovechar la oportunidad para avanzar hacia la tierra Socialista.
La crisis es económica, financiera, pero su solución esencial no está en este sector, se deben tomar medidas económicas para contrarrestar el embate, pero allí no está la fortaleza principal de la resistencia.
La solución revolucionaria de la crisis tiene como principal componente vigorizar la Conciencia del Deber Social, sólo cimentada en esta conciencia puede la nación enfrentar la crisis y avanzar.
Esta tarea vital de robustecer la Conciencia del Deber Social, hace imprescindible la creación de los Destacamentos de Vanguardia, que deben ser conformados por lo más concientes, como decía el Che “por los mejores entre los buenos”, los primeros a la hora de los sacrificios, los últimos a la hora de los privilegios.
Estos destacamentos deben ser la referencia ética y la reserva moral que se encargará de, con el ejemplo, guiar a la sociedad en el turbulento mar que se avecina.
¡Con Chávez y Conciencia venceremos la tempestad!

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