Este continente se resiste a un destino aciago, Venezuela y Bolivia son estallidos de pueblos que se niegan a la sumisión, en Ecuador y Nicaragua hierve la misma sangre rebelde.
Es así, este continente muestra su talla de gigante, y se niega a seguir el camino del infierno que el capitalismo mundial le señala a la humanidad. Difícilmente encontraremos tanta rebeldía en cualquier otra parte del planeta.
Somos un continente rebelde que no termina de conseguir el camino hacia la redención, pero estamos inermes frente a las ofensivas oligarcas.
Las revoluciones pacíficas que se presentan en el continente no consiguen resolver un gran dilema: el manejo de la legalidad oligarca, cómo defenderse dentro de la legalidad oligarca, o mejor, cómo manejar esa legalidad, cómo no ser desarmadas por ella.
El asunto merece estudio y reflexión. Veamos.
El imperio decretó el asalto a las revoluciones boliviana y venezolana, traslada a sus cerebros a estos países. Para acá mandó a un embajador especialista en revoluciones de colores, para Bolivia a un embajador especialista en descuartizar países.
En Bolivia el plan imperial da frutos con un referéndum separatista, cuya ilegalidad es reconocida por todos, pero la oligarquía insiste en esa ilegalidad y hoy presenciaremos un desenlace que tiene grandes probabilidades de ser muy cruento.
Ya la oligarquía boliviana se quitó el antifaz de demócrata y mostró su verdadero talante fascista que amenaza con una limpieza étnica. A este punto llegaron después de enredar a la Constituyente y maniatar al gobierno de Evo en leguleyismos.
Aquí en Venezuela ocurre otro tanto. Como respuesta al alto respeto a la legalidad mostrado por el gobierno revolucionario, aparece en nuestras narices un grupo francamente conspirador denominado 2 de diciembre, comandado por el director del Nacional-Mercurio, y hace una proclama golpista. Dicen que el gobierno es de facto, es decir, legitiman su derrocamiento.
Más allá aparecen los sifrinitos del Este, en franca rebeldía frente a una pálida inhabilitación.
En el ínterin, un general rastrero manda susurros a la Fuerza Armada , y sentencia que estamos en etapa preinsurrencional.
Cómo defender a la Revolución frente a estas agresiones que por ahora se protegen en la legalidad, cómo no dejarlos acumular fuerza en el santuario legal, que sabemos utilizarán para el asalto ilegal.
Cómo no dejar que se repita el mismo esquema del 11 de abril, o algo parecido.
La respuesta debe ser objeto de estudio por la alta dirigencia de la Revolución.
Nosotros pensamos que cualquiera que ella sea, siempre debe estar precedida por una inmensa movilización de calle.
Las fuerzas revolucionarias deben demostrar su capacidad de reacción frente a la agresión. Entender que lo electoral es parte del combate, allí debemos tener éxito para poder dar combate en otros frentes que el enemigo nos propondrá. Deben cesar las mezquindades internas.
Nuestros medios de difusión deben entender que estamos en guerra, y dejar la ambigüedad, el equilibrio bobo, colocarse francamente al lado de la revolución amenazada.
¡Defendamos al Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!
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